31 diciembre 2006

El reflejo de la paz


Allí donde vayas todo el mundo quiere paz. No hace mucho tiempo, estuve hablando a unos prisioneros y les dije: “¿Queréis paz?” “¡Por supuesto!” Si les hablas a militares, te dicen lo mismo: “¡Por supuesto!”. Así que todo el mundo quiere paz. Pero luego preguntas: “¿Qué es la paz?” Y aquí recibes una respuesta sorprendente. Todo el mundo tiene su propia versión de la paz y cada uno la ve desde un ángulo totalmente distinto.

El otro día estaba hablando con mi sobrina y me dijo: “¡Amo ese color!”. Le dije: “¿Amas ese color o te gusta ese color?” Entonces me preguntó: “¿Cuál es la diferencia?” Le contesté: “Hay una gran diferencia. Lo que realmente quieres decir es que ‘me gusta’, y lo puedes enfatizar diciendo: ‘me gusta mucho’, pero el amor es algo más interactivo que lo que ese color te puede proporcionar”.

Del mismo modo, cuando hay silencio la gente dice “¡qué paz!”, pero lo único que hay es silencio. La gente piensa que la ausencia de guerra es paz; tienen sus propias ideas sobre la paz. Hay personas que creen que la paz es cuando todo el mundo camina muy despacio, se viste con ropas vaporosas y flores en el pelo, y todos se saludan con el símbolo de la paz. Ya no se saludan con un apretón de manos, se rozan con dos dedos y dicen: “Paz”. En fin, las posibilidades son ilimitadas, ¿no?

Permitidme que os cuente una historia. Había una vez una reina que tenía un collar muy hermoso. Un día estaba en el balcón secándose el pelo después de darse un baño. Se quitó el collar y lo colgó de un gancho. Un cuervo que pasaba por allí vio el collar brillando al sol y se lo llevó volando. Luego se le cayó sobre un árbol y se quedó enganchado en una de las ramas.


Bajo el árbol pasaba un río sucio y pestilente. Cuando la reina quiso recuperar su collar, se dio cuenta de que ya no estaba y le dio una pataleta tremenda. “¿Quién lo ha robado?” Mandó a todo el mundo a buscarlo, pero nadie podía encontrarlo. Entonces le dijo al rey: “Si no encuentro mi collar, dejaré de comer para siempre”. El rey se quedó muy preocupado y envió a su ejército y a todos los demás a buscarlo, pero nadie podía encontrarlo. Así que al final el rey dictó una proclama: “A quien encuentre el collar le daré la mitad de mi reino”. Entonces todo el mundo se puso a buscarlo en serio.Un día, un general paseaba cerca del árbol y, bajo él, vio el collar en el río. Como quería la mitad del reino, se lanzó inmediatamente a sus aguas infectas. El ministro observó al general sumergirse en el río y, viendo el collar, se tiró también. El rey vio a su general y a su ministro buscando el collar, y se lanzó; así que ahora estaban los tres intentando pescarlo. Para entonces, habían llegado más soldados y lugareños, y todos se tiraron al río.

Al final, alguien con un poco de sentido común preguntó: “¿Qué hacéis? El collar no está ahí abajo; está aquí arriba. Estáis saltando tras el reflejo”. Entonces el rey dijo: “Como lo has encontrado tú, la mitad del reino es tuyo”. Y el hombre sabio le contestó: “Yo no necesito tu reino. Quédatelo para ti”.

¿Por qué os he contado esta historia? Porque eso es lo que hacemos también nosotros. Solamente vemos el reflejo de la paz. Está muy bien que no haya guerras, pero eso solo es un reflejo de la paz, no la paz en sí misma. La paz comienza con cada ser humano sobre la faz de esta Tierra. Esto es el collar, y todo lo demás es un reflejo.

Cuando el corazón está satisfecho, cuando el ser humano se siente pleno, automáticamente la persona deja de vivir en la ambigüedad, y ya no tiene preguntas, sino respuestas. Abandona la complicación y abraza la sencillez, aquello que realmente somos. Ésta es nuestra predisposición natural; así es como necesitamos ser. Ésta es nuestra naturaleza. Cuando estamos en ese equilibrio en el que nuestros corazones se sienten satisfechos, nuestra verdadera naturaleza resplandece. Y nuestra verdadera naturaleza es hermosa. Es real. Éste es el lugar de la verdadera paz. La buscamos muy lejos, pero está muy cercana a nosotros.

Incluso en la más desesperada de las situaciones hay esperanza. Así es como somos. En cada ser humano hay una elasticidad, una comprensión, una fortaleza; es la fuerza para dirigirnos hacia las puertas de la paz interior.

Maharaji

25 diciembre 2006

Crear al Creador

¿Crees que debo darle una forma a Dios? No es necesario porque mi Creador existía antes de que yo fuera. Y esto es algo que he de recordarme siempre. Así pues, ¿por qué he de atribuirle una forma determinada? Tengo que sentir a mi Creador, no andar por ahí dándole un nombre, una definición y un género. Si lo hiciera, estaría inventándolo; y al hacerlo, yo mismo me convertiría en el Creador. Y no lo soy. Sin embargo, la gente intenta crearlo. Y no lo reconocen como una creación propia, sino que lo llaman “El Creador”. Pero lo cierto es que ellos son los creadores, los que se inventan a su propio Hacedor. Y esto es algo que se vuelve muy confuso.

Y es también bastante tonto, porque tú no puedes generar al Creador, a ese Creador que ya existe y que puedes sentirlo, aunque no puedas comprenderlo a través del pensamiento.

Maharaji en Berlín, 14 de julio de 1990. Fragmento traducido del inglés.

17 diciembre 2006

DONDE SE VUELA SIN ALAS

“En el ámbito del Conocimiento de uno mismo, el tiempo se detiene.”
Esta vida, este tiempo... Si hay una persona dispuesta a ver y otra que sea capaz de mostrar, se produce magia, verdadera magia. Así es el mundo del Conocimiento de uno mismo. Aquí es donde se vuela sin alas. Donde, no los pájaros ni las mariposas, sino los seres humanos son puestos en libertad. Aquí es donde vuelan, no los que tienen alas, sino los que no las tienen.

Aquí es donde se rompen las cadenas, donde se abren las cerraduras. Aquí es donde a los desesperados se les da esperanza, donde los ciegos empiezan a ver y los sordos a oír. Aquí es donde los tristes empiezan a regocijarse y donde el odio se convierte en amor. Aquí es donde los ignorantes se vuelven cultos.

Así es la magia de este precioso, maravilloso mundo del Conocimiento de uno mismo. Aquí es donde los vivos aprenden sobre la vida, algo que no ocurre en ningún otro sitio. Es aquí donde los vivos aprenden sobre la vida.

Aquí es donde se plantan las semillas y florecen los jardines. Aquí es donde la tierra árida y estéril se transforma en frondosos bosques verdes. Este es el mundo del Conocimiento de uno mismo. Si quieres, puedes entrar en este mundo. ¿El precio? Es elevado: tener un corazón de niño. Sin engaño ni falsedad, podrás entrar. Muy caro, pero ése es el precio.

En este mundo del Conocimiento de uno mismo se detiene el tiempo. Los inmortales empiezan a hablar y los mortales hablan de inmortalidad. Los imperfectos empiezan a comprender la perfección. La puerta al hermoso templo interior se abre de par en par y la danza de todas las danzas se empieza a bailar. Suena una música que no ha sido tocada por la mano del hombre y la oyen solo aquellos que hayan entrado. Su divinidad es dulce. En este mundo, el silencio no osa entrar y no brilla la luz del sol, ni la de la luna, ni la del fuego.

El pasaje a este mundo lo tienes, y no es un viaje largo. Esa morada se encuentra dentro de ti.

Maharaji

10 diciembre 2006

Sentir

Tu vida

Somos camaleones que van cambiando de color.

Imagínate una casa con cinco habitaciones, cada una de un color distinto: verde, amarillo, violeta, rosa y rojo, y que al entrar en ellas nos volviésemos del color de la habitación.

Eso es lo que hacemos cada vez que decimos: soy hermano, ahora soy padre, ahora soy empleado, ahora empresario, ahora abogado, ahora médico...

Camaleones. Sabemos cambiar de color para pasar desapercibidos, hasta tal punto que nos olvidamos de quiénes somos. Nos olvidamos de ese niño inocente que tenemos dentro.

Remóntate a tu niñez, muchos años atrás, cuando amabas la felicidad con todas tus fuerzas. ¿Te acuerdas de ese niño que esperaba, ansioso, a que empezase el nuevo día?

Cada día te deparaba algo emocionante. El ayer ya no importaba, y el mañana no entraba en tus planes. Ese día que comenzaba lo era todo: despertar, ver el sol y asomarse afuera con una mirada nueva. Tan simple, tan inocente, tan maravilloso. Pero entre una cosa y otra, la paz que teníamos se fue disipando.

Y todo aquello que pensábamos que algún día nos traería la felicidad, ha acabado haciéndonos sufrir.

Cuando esto ocurre, nos preguntamos: "¿Qué ha pasado? Si sólo quería paz, lo único que quería en mi vida era sentirme bien". Entonces nos planteamos: ¿qué puedo hacer? Pero, de hecho, incluso en el momento en que nos estamos preguntando eso, la alegría sigue ahí, toda aquella belleza sigue estando ahí. Nunca nos ha abandonado.

Ese niño sigue vivo y reside en nuestro interior. Y sigue pidiendo lo mismo: ser feliz. Su único deseo es ser feliz. A los niños les obsesiona la felicidad.

No hay más que observar a un niño jugando para ver ese afán que tienen por sentirse satisfechos y felices.

Cuando un niño llora es por una sola razón: porque no está satisfecho. Para él, el mañana no existe. Su sentido de la responsabilidad consiste en levantarse con el sol y decir: ya estoy despierto.

Con gran acierto, se ha dicho que sólo con un corazón de niño podremos explorar el anhelo interior. Y es que al niño no le hacen falta definiciones y formalidades para aceptar lo que necesita. Acércate al conocimiento de ti mismo con sencillez, con un corazón de niño, abierto e inocente, sin confusión y dudas.

Como seres humanos que somos, nuestra fortaleza no reside en las dudas, sino en la comprensión; no está en las preguntas, sino en las respuestas; no está en la ignorancia, sino en el conocimiento. Esa es nuestra fortaleza.

Sin importar quiénes somos ni a que nos dedicamos, podemos ser partícipes de la danza de la vida, una danza auténtica que es nuestra expresión de gratitud por esta existencia.

La sed

Todos buscamos algo, deseamos algo, pero ¿qué es? Algunos lo llaman éxito, otros paz, o amor o serenidad... Pero, de hecho, es todo lo mismo.

¿Por qué, entonces, le damos tantos nombres? Porque anhelamos algo, pero no sabemos qué. Si lo que nos falta es amor, eso es lo que buscaremos; si tenemos problemas o confusión, buscaremos paz.

¿Pero qué nos pide el corazón? Que calmemos ese anhelo interior, que saciemos esa sed que tanto tiempo llevamos sintiendo.

Y no es una sed creada; ya la tenemos. Esta existencia encierra, junto a la sed de plenitud, algo que puede saciarla.

Existe el deseo de alegría, y existe la alegría; existe el anhelo de serenidad, y también la serenidad.

Todos tenemos sed, y aunque la ignoremos, la hemos sentido desde muy pequeños. Lo único que hemos deseado siempre es calmar esa sed y sentirnos plenamente satisfechos.

Alguien me preguntó hace poco cuál era la diferencia entre el deseo y la sed. Nos pueden disuadir de un deseo, pero no de la sed; ésa es su naturaleza.
Querer un automóvil nuevo es un deseo del que se me puede disuadir pero nadie puede disuadirme de la sed que siento; tengo que calmarla. No es algo discutible, sino que es cuestión de satisfacerla.

Quiero paz, quiero esa felicidad innata que no está sujeta a altibajos. Esa clase de paz, esa clase de felicidad que busco, existe. Lo que mi corazón anhela es alcanzable.

Esta sed de paz es innata, y cuando se hace palpable en mi vida, no hace falta que nadie me pregunte si quiero paz, porque ya la he sentido, y ya sé que la quiero. Es como el sediento en medio del desierto que grita: ¡agua, agua...!

Pero lo bueno de esta clase de sed es que el agua que la sacia se encuentra en nuestro interior, y también el método para saciarla.

La sed es lo que nos impulsa a buscar el conocimiento de nosotros mismos, una forma de ir adentro, de reducir un poco la velocidad y sentir lo que hay en nuestro interior.

Y cuando lo encontremos, sabremos que nuestra sed se ha calmado; no es que nos sugestionemos o lo imaginemos, sino que tendremos la certeza, porque es una experiencia real que se asienta en los cimientos de nuestro ser.

Afortunadamente, esa sed es tan intensa por naturaleza, que nunca desaparece, nos acompaña a lo largo de nuestra vida. Sin esa sed, no nos habría interesado ni un juguete. Es esa sed la que nos impulsa, la que mueve el mundo.

Cuando saciamos nuestra sed, el resultado es una paz incomparable, una paz sin igual.

El viaje de la vida

El verdadero viaje de la vida comienza el día que nos disponemos a calmar nuestra sed.

Ese día todas las ventanas estaban cerradas y las persianas bajadas, no veíamos nada, no teníamos ni idea de qué distancia habíamos recorrido, ni de dónde estábamos ni de qué buscábamos o hacia donde nos dirigíamos.

Pero llega el día en que iniciamos el viaje.

En este viaje de la vida disponemos de una brújula, la sed de plenitud.

Nos la han regalado, la brújula ya es nuestra.

Se nos ha dado esa sed para que busquemos la manera de saciarla.

Y la brújula no deja de señalar. Señala hacia dentro, hacia el corazón, donde residen la claridad y la alegría. Es ahí adonde necesitamos dirigirnos: a nuestro interior.

Y así comienza el viaje. El viaje más fundamental no empieza en la ambigüedad, sino en la claridad. Parte del reconocimiento de que lo más bello y maravilloso reside dentro de nosotros. Han comenzado muchos viajes y nosotros somos los pasajeros. Todos somos pasajeros del tren de la vida,

aunque cada uno viaja en un vagón distinto. Al llegar a este andén, los vagones se han detenido, y todo el mundo está preocupado, preguntándose cuál será el destino.

Yo le recuerdo a la gente lo afortunados que somos de poder realizar este viaje. En el momento de partir les digo: no pienses en la siguiente parada.

Disfruta del viaje, sin más. Te esperan cosas maravillosas, así que no pierdas el tren. Disfruta del viaje.

Somos pasajeros. ¿Y adonde nos dirigimos? Nuestro papel es simplemente ser pasajeros, pasajeros que viajan por el mero placer de viajar. Un trayecto tan bello se hace porque sí. Así es el viaje de la vida, no necesita destino porque es bello en sí mismo.

Este viaje se emprende cada día. Por muy felices o desgraciados que nos sintamos, el viaje continúa.

Hubo un momento en nuestra vida en que no sabíamos que podíamos elegir. Aceptábamos lo que nos decían: así es la vida, aguanta el temporal, todo lo bueno tiene su parte mala.

Y de pronto, llega alguien que dice: no, no es así, hay otra alternativa, puedes optar por buscar la dicha y la belleza en tu vida.

Cada día que te conectes con la alegría y la belleza que hay en tu interior será un día mucho más grato. Entonces comprenderás que estar vivo es un privilegio.

La búsqueda de la plenitud es la más noble de todas las búsquedas. Quienes hayan comprendido el privilegio que poseen tendrán la valentía de emprender el viaje.

Abre el regalo

Dondequiera que vamos, encontramos a alguien que nos anima a superarnos. En los libros y en la televisión siempre nos están diciendo: escucha tal discurso, lee tal libro, haz esto, haz aquello y serás mejor persona.

Estamos vivos.

¿Acaso vivimos por casualidad? ¿Nos llega la respiración por casualidad?

Es hora de que aceptemos el hecho de que estamos vivos. Porque, cuando lo hagamos, abriremos la puerta a un esplendor que jamás podríamos haber imaginado.

Ese día empezaremos a aceptar el mayor de los regalos.

El mayor regalo no es el que nos queda por recibir, sino el que ya se nos ha dado. La paz ya se nos ha dado. Todo lo que podamos pedir, todo lo que nuestra mente pueda desear jamás, ya se nos ha concedido en lo más hondo de nuestro ser.

Pero, día tras día, hemos ido habituándonos a rechazar ese regalo, dando más importancia a nuestras actividades cotidianas, a las citas, a las reuniones... Hallamos la excusa perfecta para cada compromiso: es nuestra responsabilidad.

La responsabilidad es el estandarte de la locura del ser humano.

Con gran bondad se nos ha dado este cuerpo. Con la misma bondad se ha colocado paz en el corazón de cada persona. Gracias a esa bondad, todos tenemos un corazón. Y gracias a esa bondad, hay un anhelo dentro de nosotros por descubrir esto en nuestra vida. En cada aliento podemos sentir la bondad y la belleza que encierra. Podemos obtener de cada aliento la alegría que trae consigo, y sentirnos vivos, llenos.

Tenemos que abrir este regalo, el regalo de la vida. Tenemos que desenvolverlo para encontrar la satisfacción plena, y hacer de lo auténtico nuestra prioridad.

Entre todo lo que recordamos en un día, acordémonos del regalo del aliento. Y entre todo lo que olvidamos, olvidemos nuestros problemas.

Necesitamos ver, conocer, y sentir gratitud en nuestra vida, una gratitud que no parte de la ceguera, sino del reconocimiento, esa gratitud que surge cuando el corazón está satisfecho.

¿Cuál es nuestra prioridad en la vida? Cada mañana deseamos que ese día nos vaya bien, que sea un éxito.

Pero, ¿quién se detiene un momento para sentir el fluir desbordante de la respiración?

Empezar a sentir la vida en movimiento, sentir que el corazón desea la plenitud, y no se conforma con menos, eso es lo más noble que puede hacer el ser humano.

Sé que un día me llegará la hora de tomar el último aliento; el tren habrá llegado a su destino. Y, cuando me baje de este tren, lo que más me gustaría es poder decir: gracias, gracias por esta vida, gracias por esta existencia.

Plenitud

Tiempo atrás nos hicimos una promesa a nosotros mismos: "Algún día estaré en paz, algún día tendré serenidad, algún día seré feliz". Han pasado los años y la promesa sigue sin cumplirse.

Aquello que nos impulsó a hacer esa promesa sigue esperando que se cumpla, como también sigue esperando aquello a lo que dirigimos nuestra promesa.

No pasa un solo día, ni uno solo, sin que la punzada, el dolor, el anhelo, el deseo de felicidad llame a nuestra puerta.

Algo en nuestro interior nos dice que busquemos la satisfacción. Y respondemos: sí, estoy en ello, algún día lo haré...

Pero esa voz interior replica: quiero sentirme satisfecho ahora. ¿Por qué esperar a "algún día"? E insistimos: algún día... antes de morir, lo haré.

¿Por qué? ¿Por qué esperar a morir satisfecho cuando se puede vivir satisfecho? Vivir.

Esa es la razón por la que estamos aquí: para llenar esta vida, llenarla de gratitud, de amor y de entendimiento. Somos responsables de ello ante nuestro corazón.

No importa la edad que tengamos. Si no hemos cumplido esa promesa, por muy satisfechos que estemos a nivel externo, nos faltará la satisfacción interior.

Desgraciadamente, algunos sólo nos sentimos vivos cuando soñamos, porque al despertar nos vemos abrumados por todos los problemas y las realidades de este mundo.

Somos seres pensantes. Pensando, nos entretenemos; en nuestra imaginación llegamos a ser ricos, realizamos auténticas hazañas, nos convertimos incluso en superhéroes que salvan el mundo. Pensando, nos realizamos.

El único problema es que si alguien nos molesta, caemos de golpe desde esa nube de pensamientos, y se acabó el superhéroe, se acabó la hazaña, se acabó nuestra felicidad.

Y sin embargo, cada momento de nuestra vida nos brinda la oportunidad real de sentirnos plenamente satisfechos.

Como máquinas de sentir que somos, podemos sentir plenitud. No tenemos que imaginarla ni concebirla, la podemos sentir. ¡Qué máquina la nuestra!

Cada momento que llega viene repleto de la más maravillosa plenitud.

Aprovecha esta posibilidad, no porque haya un libro que lo diga, sino porque has oído cómo tu corazón te llama hacia esa plenitud.

Si no lo has oído, escucha, no con la mente, sino con el corazón, y oirás una voz muy, muy familiar, una voz que te ha estado llamando toda la vida.

Lo que permanece

La vida llega y se va, pasa muy rápidamente. El universo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Nada permanece igual.

Unos nacen y otros mueren; unos vienen y otros se van. Todo está en movimiento, todo cambia, hay cambios por todas partes.

El cuerpo también cambia día a día. La energía vital entra y sale de nosotros como un latido que impulsa nuestra existencia.

Aunque mantengamos el cuerpo inmóvil, el vaivén de la respiración continúa, con todo su esplendor, su sutileza y su sencillez: es la vida en acción.

El tiempo va dejando su huella en nosotros. Cada día que pasa, nos acercamos un poco más a lo inevitable. Pero también, cada día, recibimos un regalo.

Yo le recuerdo a la gente que la vida es lo más maravilloso que existe. Cuando aceptamos la vida sin reparos, todas las piezas encajan.

Podemos recibir cada nuevo día con los brazos abiertos, porque cada día que llega encierra la posibilidad de la satisfacción plena.

Todo lo que ocurre tiene lugar en este momento que llamamos el "ahora". Creemos en el mañana y vivimos para él, pero el mañana nunca llega. ¿Por qué?

Porque en cuanto llegue mañana ya será hoy, será ahora. Por mucho tiempo que vivamos, siempre estaremos atrapados en el ahora.

Nunca veremos el mañana ni el ayer; es físicamente imposible porque existimos en el presente.

Y sin embargo, desconocemos este momento presente. No tenemos ni idea de donde nos hallamos.

Podríamos sentirnos muy a gusto ahora si dejásemos de esbozar el mañana y de retratar el ayer.

Aquí, en este momento, la vida se encuentra inmersa en una maravillosa danza en honor a la belleza de la existencia, tan majestuosa, y tan sencilla.

Mi vida comenzó en el mismo instante en que nací, a pesar de que aún no tenía nombre, porque no sabían qué nombre ponerme. Ahí estaba yo, respirando, dándole la bienvenida al aliento, sin más.

Hoy la gente me valora por mis logros, pero siempre habrá alguien que me supere. Estoy de paso, no me quedo para siempre, y sin embargo, en mi interior, y en el interior de todos nosotros, hay algo que sí permanece.

Aunque lo único que llegara a ver en este viaje de la vida fuera eso que reside en mi interior, sería feliz. Habría merecido la pena venir.

La paz está dentro de ti

Entrevista a Prem Rawat realizaba por Eva M. Pena
Publicada en la revista española Business&class

Prem Rawat nació en la India y comenzó a hablar en público a la temprana edad de tres años, pronunciando, uno más tarde, el que sería su primer discurso publicado. Desde entonces, el mundo entero ha podido escuchar su mensaje de paz y esperanza, y muchos de quienes le siguen lo hacen porque, según sus propios testimonios, les ha ayudado a encontrar la paz interior.


Usted vive por y para difundir el mensaje de que la paz se puede hallar. Pero, ¿qué es la paz?

Las personas tienen muchas interpretaciones de lo que es la paz. Algunos piensan que la paz es la ausencia de guerras, la ausencia de ruidos. Pero hay otro tipo de paz que es inherente a cada ser humano. Se ha hablado de esto desde hace muchísimo tiempo. Pero, hoy en día, es aun más importante estar en contacto con esa paz interior, que está dentro de cada ser humano.

Entonces, si consideramos que la paz es un estado anímico de la persona como individuo, ¿cuáles cree usted que son las causas por las que el hombre se encuentra en luchas constantes?

Estamos tan condicionados a buscar soluciones externas que, cuando se trata de la paz, también la buscamos fuera. Es como si una persona tuviera una mina de oro debajo de su casa sin saberlo, y se pasara el día entero mendigando y sufriendo, cuando tiene una solución sencillísima muy cerca. Si pudiera hallar la forma de llegar a esa mina de oro que tiene debajo de la casa, nunca tendría que volver a mendigar. Las personas luchan porque no encuentran la paz dentro de sí mismas. Por eso, mi mensaje es: "La paz está dentro de ti". Y no sólo se trata de palabras, sino de una forma de acceder a esa paz interior.

¿Piensa que, en ocasiones, el hombre es el peor enemigo de sí mismo?

Las guerras que suceden dentro de un ser humano a veces son increíbles. Si el hombre puede ser su peor enemigo, también puede ser su propio mejor amigo. Cuando una persona se conoce a sí misma, entonces se convierte en su propio mejor amigo. Pero, cuando no te conoces, evidentemente, te conviertes en tu peor enemigo.

¿Cuáles cree que son los motivos que llevan a muchos políticos a estar en pie de guerra contra quienes no ven las cosas cíe la misma manera que ellos?

Porque en realidad, la Humanidad no considera que la paz sea una solución. Creo que las personas, al ver todos los problemas que hay en el mundo, piensan que la solución es la guerra. Se ha hablado de la paz, pero nunca se ha llevado a cabo. La paz se ha convertido, simplemente, en un tema de conversación de sobremesa. Como no se ha conseguido en la práctica, sigue siendo algo puramente teórico, un concepto abstracto. Pero no es algo abstracto. Es muy, muy real, y está dentro de cada uno de los seres humanos. Las personas de este mundo van a hacer lo que les parezca más fácil. Y es fácil provocar guerras. La paz, en cambio, requiere un verdadero esfuerzo de unión por parte de todos. Pero, no nos equivoquemos; la paz ha sido siempre un ideal de la Humanidad desde tiempos inmemoriales.

Usted ha declarado que no hace falta estar atravesando un mal momento para necesitar esperanza, pero, ¿cree que el hombre se para a buscarla cuando, aparentemente, las cosas marchan como uno desea?

Hay un dicho muy bonito de la India, y es que, cuando todo anda bien, nos atribuimos el mérito; pero, cuando las cosas van mal, nos gusta culpar a los demás. Sin embargo, en esa situación, olvidamos que siempre vendrán tiempos buenos y tiempos malos. En la época de la abundancia tenemos que pensar en la sequía. Es demasiado tarde pensar en la sequía cuando ya ha llegado. De la misma forma, cuando las cosas marchan como queremos, pensamos que van a seguir así, que nunca van a cambiar. La esperanza es algo que todos podemos sentir, sean cuales sean nuestras circunstancias. Creemos que sólo la necesitamos en los malos momentos, y no apreciamos su valor cuando todo va bien. Pero la persona que comprende que en la vida hay que acumular lo bueno, conservarlo, cosecharlo, podrá disfrutar verdaderamente de la vida.

¿Cuáles son los males del siglo XXI?

Pienso que los males del siglo XXI son los mismos que siempre ha habido, desde que el ser humano habita la faz de la Tierra: no ser capaces de entendernos a nosotros mismos, no poder comprender lo que somos en realidad. Ese es el peor mal, porque nos distanciamos de nuestra verdadera naturaleza. Nuestra naturaleza más auténtica no es la guerra. Es la paz. Por eso, cuando nos encontramos en medio del caos, nuestra tendencia innata es querer salir de ahí. La paz forma parte de nuestra naturaleza. Si lo entendiéramos, haríamos cosas para ayudarnos los unos a los otros y nos esforzaríamos por erradicar todos los problemas que hay en el mundo. Pero nos parece más importante llegar a la Luna. En lugar de desarrollar una tecnología para la paz, una tecnología que sirva para que la gente no pase hambre, nos dedicamos a desarrollar tecnologías para matarnos los unos a los otros. Todo esto pasa porque no comprendemos nuestra naturaleza, lo que somos en realidad.

Usted fue, por llamarlo de alguna manera, "un niño prodigio". ¿La juventud de hoy ha perdido la esperanza?

Pienso que hay muchas diversiones para la juventud de hoy en día. Es muy fácil distraerse. Y si pudiéramos alejarnos de las distracciones, sentirnos atraídos por esa llamada de dentro, sentir atracción por ella, entonces, ¡habría tanta esperanza para todos! Si pudiéramos sentir atracción por esa paz, sentirnos atraídos por esa llamada innata de lo que somos, entonces creo que la juventud de hoy en día tendría una esperanza increíble. Cada generación tiene la posibilidad de mejorar las cosas en este planeta Tierra. Así que, quizá haya que hacer un nuevo llamamiento a esta generación, para que atienda a ese deseo universal, de modo que se pueda conseguir la paz y la serenidad en el mundo, en lugar de las guerras y el caos.

¿El hombre tiene miedo a la libertad?

Temerle a la libertad sería algo muy, muy extraño. Uno acabaría perdiendo cualquier esperanza. El anhelo de libertad, de la verdadera libertad, sale de nuestro interior. Y a eso no podemos temerle. Puede que la gente tenga conceptos o ideas de lo que es la libertad: si puedo hacer esto o aquello, seré libre. Pero, aunque consigan hacer esas cosas, ¿realmente se sienten libres en su interior? Porque no puedes negarte a ti mismo lo que sientes. Si te lastimas, y alguien te pregunta si te duele, puedes decirle que no, pero eso no te quita el dolor. La libertad no es sólo un concepto. Tienes que sentirte libre de verdad. Sin duda, podemos temer a un concepto de la libertad, pero no a la verdadera libertad que anhelamos sentir.

Exactamente, ¿en qué ayuda su método a las personas? ¿Qué lo hace diferente y mejor respecto a otros que existen?

Hay muchos métodos, de los que muchas personas hablan, que tienen que ver con la paz conceptual. Pero existe una paz real dentro de ti, y tienes que poder ir hacia dentro. Tienes que poder llevar tu enfoque, tu atención de fuera, y ponerla hacia dentro. No en pensamiento, sino, verdaderamente, sentir paz. Yo presento un mensaje muy claro de que debes buscar y, si no encuentras, entonces, estoy a tu disposición para ayudarte. Mi mensaje es diferente, porque no se trata de ideas. Se trata de sentir.

La banda terrorista ETA ha hecho una declaración de tregua indefinida en España, que ha abierto la esperanza para la paz en nuestro país. ¿Cree que, para quienes han sufrido los efectos de la violencia, les será fácil poder hacer borrón y cuenta nueva? ¿Existe el perdón?

Creo que cuando los ideales de las personas superan todo lo malo que les ha sucedido, son capaces de sobreponerse a la ira y al miedo, para alcanzar la verdadera paz y tranquilidad. Es como una barca que tiene un agujero y se está hundiendo. Sólo puedes cambiar de barca si la otra no se está hundiendo. ¿De qué servirá pasar de un bote que se hunde a otro que está en las mismas condiciones? Pero si las personas ven realmente que la otra barca está bien, se subirán a ella. Está en nuestras manos, en manos de todos, avanzar hacia ese ideal de paz. Si lo dejamos en manos de una sola persona, no va a suceder. A cada uno de nosotros, nos corresponde desempeñar nuestro pequeño papel para poder ponernos a la altura de las circunstancias y hacer realidad esos sentimientos, hacer realidad esos sueños que tenemos.

Usted nació en India y la Fundación que lleva su nombre desarrolla muchas labores humanitarias allí. ¿Cómo ve el futuro de su país?

Yo creo que el futuro de la India es muy brillante, porque cuando las personas realmente se unen, suceden cosas asombrosas, maravillosas. La India es un país muy antiguo, con unos valores muy sencillos. Y uno de ellos es progresar, seguir adelante. Uno de los valores que tienen es dar el paso siguiente. Hay pobreza, hay hambre, pero la gente se ayuda. Las personas en la India creen en sí mismas y creen unas en otras. Y cuando las personas tienen eso, entonces no importa lo que hayan pasado. Van a tener un futuro muy brillante.

¿Se puede llegar a "tocar'" la felicidad?

Creo que cada uno nace con una mina infinita de felicidad. Dentro de nosotros mismos tenemos tristeza increíble y, dentro de nosotros, tenemos una felicidad increíble. Depende de cuál sea el catalizador. Si enciendes una vela, va a traer luz. Si prendes gasolina, habrá unas llamas inmensas, y posible peligro. Así que, ¿cuál es el catalizador? Si el catalizador está ahí para traernos tristeza, entonces sí, sentirás una tristeza increíble. Y si tenemos un catalizador que nos va a traer dicha y alegría, entonces, nos va a traer una dicha increíble. Pero el catalizador de la felicidad verdadera lo tenemos dentro de nosotros mismos. Y el catalizador para una tristeza y confusión increíbles también lo llevamos dentro de nosotros mismos. La ignorancia va a traer tristeza. El conocimiento va a traer felicidad. Y en eso consiste el entendimiento. Pero buscamos esos catalizadores en lo externo, cuando los tenemos que buscar dentro.

LA PAZ ES POSIBLE

LA PAZ EMPIEZA EN TI. LA PAZ ES POSIBLE CONTIGO. Esta vida es tuya, el regalo que se te ha dado. Compréndelo, reconoce la belleza que está danzando ante tus propios ojos. No esperes, éste es tu momento. Atrapa esa petición de paz en tu corazón; encuentra esa satisfacción en tu vida. Eso es lo que significa la paz. La paz es hermosa, es real. La paz es esa pasión por la existencia, un sentimiento, una comprensión de lo que significa la vida, de lo que significa cada día, cada hora, cada respiración. Entonces puedes comenzar a saborear el verdadero significado de la paz.

"Comprender el valor que tiene el hecho de que cada persona encuentre esa satisfacción, una a una, es la única posibilidad de paz mundial que no se ha intentado nunca. Hacer sólido cada ladrillo, cada bloque y decir: “Sí, con toda seguridad, este edificio podrá mantenerse erguido, porque cada bloque es sólido, tiene integridad. Cuando haya un terremoto no se derrumbará”. Ésa es la solidez que se necesita.

"Las personas de este mundo son los ladrillos, el cemento y las vigas de acero de esta estructura. Depende de nosotros tratar al menos de hacer algo decisivo. En lugar de dar razones de por qué no se puede hacer, al menos intentar ver que existe la posibilidad de hacerlo. Y entonces quizá, al menos así lo indica la esperanza, habrá paz sobre la Tierra."

Prem Rawat

09 diciembre 2006

Tú sabes que esto es real

Quiero que mi corazón forme parte de mi existencia. No quiero conocer caminos que me lleven a perder esto, a ocultar mi realidad, a hacerme insensible a este hermoso regalo que se me ha dado. Te digo esto porque tú sabes que es real. No hay nada en esta vida que vaya a estar contigo hasta el final. Lo único que va a estar ahí hasta el fin es tu aliento. Y nada más que el regalo del Conocimiento te pondrá en contacto con ese aliento. El Conocimiento es lo único que se entrega en cuerpo y alma al aliento, es lo único que reconoce tu existencia sin juzgarte. Si quieres ser aceptado sin que se te juzgue, hay sólo una persona que puede hacerlo y a su vez darte un regalo que te hará libre.

Maharaji en Nottíngham, 17 de Junio de 2001

Donde el tiempo no existe

Todos podemos observar el crecimiento de un árbol. Pero ¿y el tuyo? ¿Cómo creces tú, cómo aprendes? ¿Para ti la sabiduría consiste únicamente en que tu cabello vaya poblándose de canas, o en que comiencen a aparecer algunas arrugas en tu rostro? ¿En eso reside la sabiduría? ¿O, más bien, evalúas el nivel de crecimiento en tu vida de acuerdo a tu comprensión? Nunca podrás entenderlo todo, nadie puede, pero sí puedes entender lo que es importante para ti. Y comprender el significado del aliento, el valor de este momento, el hecho de que esta vida sea un regalo, es sabiduría al ciento por ciento. Sentirse pleno es alcanzar el éxito al ciento por ciento. Entre todas las acciones que puedes llevar a cabo, la más favorable es volverte hacia tu interior y presenciar la divinidad en su estado más puro. Es el único lugar donde el tiempo no existe, el único lugar en el que no se formulan juicios.


Maharaji en Kaosiung, 2 de mayo de 2001. Fragmento traducido del inglés.

06 diciembre 2006

Más allá del éxito


Todos juzgamos nuestro día, nuestro año y, naturalmente, nuestra vida, según lo que hemos logrado. A la pregunta “¿Ha sido hoy un buen día?”, contestaremos: “Conseguí esto, fui allí. He hecho esto, o lo otro, y sí, ha sido un buen día” o “No. He tenido problemas. Se me pinchó una rueda, el auto se averió, sucedió este problema, o este otro. Así que, no, no ha sido un buen día”.

¿Qué es lo realmente importante? ¿Es de verdad la rotura del auto lo que puede estropearnos el día? Estoy de acuerdo en que eso es una incomodidad. Pasan cosas en nuestras vidas y decimos: “¡Estoy acabado! ¡Estoy destrozado!”.

Quiero señalar que en vuestra vida está pasando algo que es más importante que la suma de todos vuestros logros y vuestros fracasos. ¿De qué se trata? Muy simple. Es el ir y venir de cada respiración.

Ése es el mayor milagro que jamás podrás presenciar. Nunca habrá en tu vida un milagro mayor que el ir y venir de cada respiración. No te abandona en los momentos difíciles. Y es algo que nunca juzga. Cada respiración trae consigo la posibilidad de sentirse satisfecho. Cada aliento trae consigo la posibilidad de sentirse en paz.

Sé que todos tienen su propia idea de lo que es la paz. Cuando las personas oyen la palabra paz, piensan en la paz mundial, en que no haya más guerras. Contémplalo desde otro ángulo y entonces verás la verdadera paz. La paz es algo que se manifiesta en el interior de los seres humanos.

Os lo voy a explicar. He recibido correos electrónicos de personas del Líbano y de Israel que han sentido esa paz en su interior. ¿Y qué creéis que decían sus mensajes? “Gracias. Gracias por lo que nos has mostrado en nuestras vidas”. Les estaban bombardeando, pero incluso en medio de la guerra, tenían ese agradecimiento por la paz que sienten en su interior.

Eso de lo que hablo no son sólo palabras. No tengo nada nuevo que contar. Todo lo que digo, ya lo sabes. Tu corazón, tu ser, tu propio ser, te lo ha estado diciendo una y otra y otra vez: “Vive en paz. Siéntete satisfecho”.

Estar satisfecho. Sentirse en paz. Comprender. Disfrutar de esta vida. No juzgues este viaje por los fracasos ni por los éxitos; considéralo como el más valioso de los regalos. Eso es lo que es: el regalo más valioso que se podría dar a un ser humano. Y aquí está, lo tienes. Es la suma realizada de todos los deseos. Es todo lo que siempre has querido y siempre querrás.

Ese lugar dentro de ti es donde no hay dudas ni preguntas, donde hay claridad y comprensión, donde hay una celebración de la vida y tú eres bienvenido. Se te invita a formar parte de la celebración de la existencia. Eres el único que puede ir ahí. Nadie más puede hacerlo; sólo tú. Está hecho para ti.

Todos nosotros podemos experimentar esa paz en nuestras vidas cada día; no mediante palabras, conceptos o ideas, sino de forma real. La paz de la que hablo es la que algunos han sentido incluso en medio de una lluvia de proyectiles.

No se trata de una religión, sigue la religión que quieras; se trata de encontrar ese lugar dentro de ti del que aún no has disfrutado. No estoy aquí para ofrecerte fórmulas. Yo puedo ponerte en contacto con la paz que hay en tu interior. Por muy imposible que parezca, está sucediendo justo ahora. En algún lugar del mundo, alguien se está poniendo en contacto con esa belleza que lleva dentro. Y no es de extrañar que cuando una persona siente la belleza interior lo primero que diga sea: “Gracias. Gracias por dejarme sentir paz dentro de mí”.
Maharaji

01 diciembre 2006

Recursos

Esta página web sirve para ayudar a las personas interesadas en prepararse para aprender las técnicas del Conocimiento, y para las que ya están en el proceso de preparación.
En la página web de la Fundación Prem Rawat se ofrece una presentación de Maharaji y de su mensaje, información de las iniciativas humanitarias de la Fundación, entrevistas con Maharaji y publicaciones para descargar.
La página web de Maharaji. Instantáneas de su mensaje en estilo poético, con un fondo musical de composición propia. Los extractos aparecen al azar durante 1, 2, ó 3 minutos, de modo que en cada visita son diferentes.
Esta página web proporciona números de teléfono y direcciones de otras páginas web de todo el mundo, donde se informa sobre los próximos eventos con Maharaji, y sobre muchas cosas más.

Atención Telefónica

902 431 174 (desde fuera de España, +34 91 515 30 26)

Apoyo

Tan pronto como usted se haya inscrito, puede empezar a encargar y ver los vídeos de las Llaves. Sólo están disponibles en condición de préstamo.

No están a la venta.

Cuando haya visto las cinco primeras Llaves y si ha decidido que desea aprender las técnicas del Conocimiento, puede enviar una petición a Maharaji. Recibirá una invitación para asistir a una sesión especial donde podrá aprender estas técnicas. Estas sesiones tienen lugar regularmente en muchas localidades de todo el mundo.

La información de cómo enviar esta petición se incluirá en la quinta Llave.

Las personas que se estén preparando para el Conocimiento podrán contar con apoyo en cada paso de su preparación.
La página web www.thekeys.maharaji.net , contiene información actualizada sobre las Llaves.

Puede formular preguntas o hacer comentarios a través de dicha página web, o llamando al teléfono de asistencia de su país en cualquier momento del proceso de preparación.

Iniciar el proceso de las Llaves

Cuando desee comenzar con el proceso de las Llaves, será necesario que obtenga un Código de Acceso Personal para poder encargar los vídeos.

Puede solicitar dicho código a través de Internet o llamando al número de teléfono de asistencia de su país.

En la página web www.thekeys.maharaji.net, aparece una lista de teléfonos de asistencia en todo el mundo, información actualizada sobre las Llaves y un impreso de solicitud del Código de Acceso Personal.

En cuanto haya obtenido su código, podrá encargar y ver los vídeos de las Llaves.

No deberá abonar importe alguno por las Llaves ni por el proceso de preparación. Las Llaves están disponibles mediante un sistema de préstamo. Únicamente puede que le carguen los gastos de embalaje y envío o una cantidad en depósito.

Las Llaves

Hay seis Llaves. Cada una de ellas supone un paso clave en la preparación.

Las cinco primeras contienen una presentación a cargo de Maharaji, junto con aproximadamente doce horas de grabaciones en vídeo que complementan cada Llave. Ver todo este material le ayudará a prepararse para aprender las técnicas del Conocimiento.

Primero vea el vídeo de presentación a cargo de Maharaji, y después los vídeos complementarios. Hágalo a su propio ritmo. Es posible que desee ver algunos de ellos varias veces. Maharaji recomienda pasar a la siguiente Llave únicamente cuando uno sienta que está preparado para hacerlo.

La sexta Llave se muestra durante una sesión especial en la que Maharaji enseña las técnicas del Conocimiento a través de un vídeo.

El proceso de preparación para el Conocimiento es muy sencillo, y es cada persona quien marca el ritmo de sus pasos en este camino. La preparación puede ser una experiencia sumamente agradable.

PREPARARSE PARA EL CONOCIMIENTO

Para guiar a las personas en el proceso de preparación, Maharaji ha producido una serie de vídeos denominados "Las Llaves".

Usted puede empezar el proceso de las Llaves cuando lo desee. Está invitado a escuchar el mensaje de Maharaji a través de grabaciones en vídeo y audio de sus conferencias, a través de las publicaciones impresas disponibles, y asistiendo a los eventos que cuentan con su presencia. Se puede acceder a todos estos recursos a través de las páginas web que se citan al final de este folleto. En la contraportada encontrará unos números de teléfono donde podrá informarse de cómo conseguir el vídeo "Introducción a las Llaves" así como las Llaves en su localidad.

Por favor, antes de comenzar el proceso de las Llaves, vea "Introducción a las Llaves", donde Maharaji explica lo que supone el proceso de preparación y cómo aprovecharlo al máximo. La información de cómo obtener este vídeo está disponible en la página web www.thekeys.maharaji.net, o bien llamando al teléfono de asistencia de su país que aparece en la contraportada de este folleto.

¿Cómo será tener el Conocimiento?

Eso ya lo verás. Es algo que tienes que averiguar por ti mismo. Para empezar, si es la curiosidad lo que te empuja, al final te encontrarás con un montón de nada. Es preciso que lo que te mueva sea la comprensión. Por otro lado, es imposible describir cómo te sentirás. Cada persona es única. Incluso tu descripción del sabor de una naranja, sería diferente de la de cualquier otro, porque tú eres diferente.

Con el Conocimiento, experimentarás lo que ya está dentro de ti. Establece una línea divisoria entre la mera curiosidad y la búsqueda sincera basada en una sólida comprensión. Esto es lo que necesitas en tu vida.

Si estoy seguro de lo que quiero, ¿por qué tengo que esperar?

La cuestión no es esperar, sino comprender. Tendrás que preguntarte: "¿Hasta qué punto estoy preparado? ¿Estoy dispuesto a practicarlo?". Porque va a requerir un esfuerzo por tu parte.

Cuando, por convicción propia, digas: "Puedo hacerlo, soy realmente capaz de disfrutar de este regalo del Conocimiento", entonces estarás preparado de verdad.

Cuando comprendas la responsabilidad que tienes ante ti mismo, estarás listo. Este viaje consiste en comprender que cada aliento cuenta, que cada momento es irremplazable.

Si estás preparado para ello, y si esta conclusión es fruto de tu propio entendimiento, y no de la curiosidad o de lo que otros te hayan dicho, entonces podrás empezar, entonces estarás preparado para aprender las técnicas del Conocimiento.

Si lo que buscamos está en nuestro interior, ¿por qué necesitamos prepararnos?

La preparación es un proceso fundamental de redescubrimiento. Es necesario que comprendamos la prioridad de la sed interior, la prioridad del corazón. Es una responsabilidad consustancial y básica en nuestra existencia.

La sed ha estado siempre ahí, pero hemos logrado esconderla de maravilla. Los acontecimientos se han ido sucediendo. Hubo un tiempo en el que sabíamos que la alegría y la felicidad eran lo más importante en nuestra vida. Después, fueron apareciendo otras cosas y se convirtieron en lo prioritario. Ahora, hemos de volver a descubrir la sed.

Pregunta a un agricultor lo que hay que hacer para conseguir una buena cosecha, y te dirá que una adecuada preparación del terreno es una parte fundamental de ese proceso. Del mismo modo, una parte fundamental en el proceso a seguir para recibir el Conocimiento es tu propia preparación. Prepararse para una vida con el Conocimiento es un camino de comprensión. Requerirá dedicar algo de tiempo a estudiar, a aprender, a crecer, a comprender. Una esmerada preparación es esencial para extraer óptimos beneficios del Conocimiento para el resto de tu vida.

¿A qué tengo que renunciar para aprender las técnica del Conocimiento?

Creemos que quizá sea necesario hacer sacrificios porque todo cuanto hemos realizado hasta ahora ha supuesto algún tipo de sacrificio, renunciar a una cosa para conseguir otra. En el proceso del Conocimiento, lo único que tienes que dejar es lo que no quieres, lo que no necesitas: tu vacío, tus preocupaciones, tus temores, tus dudas. Según vayamos dándonos cuenta de lo que de verdad necesitamos en este viaje, iremos comprendiendo qué cosas no son necesarias y desprendiéndonos de ellas. La carga se volverá más liviana y podremos avanzar en nuestra vida con un hermoso sentimiento.

¿Me ayudará el Conocimiento a resolver mis problemas de convivencia o de trabajo?

El Conocimiento no te ayudará a resolver tus problemas. Si logras ser consciente en tu vida y evitas crear problemas, no tendrás que preocuparte de resolverlos. El propósito del Conocimiento es llevarte a tu interior y hacer posible que sientas la alegría que ahí reside. Serenidad, paz, tranquilidad, o como quieras llamarlo.

El mundo entero está ocupado en intentar resolver problemas. Creemos que debemos resolverlos, pero los problemas vienen y van. Nuestra vida no es eso.
Hay problemas en este mundo, pero nuestro mundo tiene otra dimensión. Que no conozcamos esta otra dimensión es un problema en sí mismo. Si somos capaces de comprender que hay una dimensión llena de belleza en nuestro interior, eso nos hará sentir felices cada día, cada momento.

Dondequiera que vayamos, llevamos una hermosa experiencia de alegría en nuestro interior. En medio del lugar más desolado, no estamos solos. Esa experiencia estará ahí hasta nuestro último aliento. Lo que estoy diciendo no son sólo palabras.

El Conocimiento proporciona una experiencia.

¿Cómo puedo mantener un equilibrio entre atender mis responsabilidades y seguir la llamada de mi corazón?

Sean cuales sean tus responsabilidades en el exterior, deberías cumplir con ellas. Pero tenemos otra responsabilidad, una responsabilidad con el corazón. No tenemos por qué sacrificar una a costa de las otras. Encontrar paz en el corazón es también nuestra responsabilidad. Es una responsabilidad para con nosotros mismos.

¿Puedo obtener la misma experiencia por otros medios?

El Conocimiento aporta lo que aporta. No puedes compararlo con ninguna otra cosa. Lo único que puedes decir es que el Conocimiento te permite acceder a la experiencia que está en tu interior. Si tienes una fórmula para la paz, síguela para conseguir esa clase de paz que te ofrece. Lo que el Conocimiento te muestra ya existe dentro de ti. No precisa de ninguna etiqueta. Si crees que hay otro camino que te va a llevar al mismo lugar que el Conocimiento, prueba antes ese camino.

El Conocimiento te lleva a ti. Éste es un viaje completamente individual y una experiencia muy personal.

Si esta experiencia está dentro de mí, ¿por qué no la conozco?

Aunque lo que estamos buscando está en nuestro interior, hay demasiadas cosas superpuestas. Y es que tendemos a ignorar o a ocultar lo que no comprendemos. Así pues, no se trata de crear una experiencia nueva ni de introducir nuevos elementos en nuestra vida, sino de redescubrir lo que ya tenemos. Buscamos la paz fuera de nosotros, pero la paz está en nuestro interior. Si somos capaces de redescubrirla, seremos nosotros los que nos beneficiemos de ello.

¿Cómo puedo sentirme satisfecho cuanto tengo tantos problemas en mi vida?

Una de las cosas más importantes que necesitamos comprender es que la satisfacción que deseamos sentir está dentro de nosotros, no fuera. Ya tenemos la felicidad que necesitamos, pero aún no hemos conectado con ella. El día que lo hagamos, sentiremos la auténtica felicidad, y no dependerá de ningún elemento externo.

Maharaji, me siento bastante feliz con mi vida. ¿Aún así necesito el Conocimiento o es sólo para la gente que está insatisfecha?

Muchos de nosotros creemos que somos felices, y no porque sintamos una verdadera felicidad, sino porque cumplimos con lo que se supone que es la receta para ser felices. Decimos: "Si tengo esto o aquello, tengo que ser feliz".
¿Esa felicidad emana de tu interior, de la parte de ti que siempre ha anhelado ese sentimiento? ¿O es que miras tu imagen y lo que la rodea y dices: "Creo que soy muy feliz"? Si esa felicidad depende de los elementos externos, llegará un día en el que te despertarás sobresaltado porque todos esos elementos habrán cambiado.

Esa es su naturaleza.

Cuando el sentimiento de felicidad se asienta en los pilares de tu interior, entonces, pase lo que pase, incluso en medio de la peor de las tormentas, podemos estar satisfechos.