26 mayo 2007

Explicaciones


No hace mucho tiempo, me hicieron una entrevista para una publicación. El entrevistador comentaba que la gente tiene explicaciones para todo; y yo estoy de acuerdo. ¿Quién es mejor considerado? Quien puede aportar la mejor explicación. La gente quiere explicar a Dios, quiere explicar la vida, quiere encontrar una explicación para lo bueno, para la verdad, para la salvación... pero éstas son cosas que sólo se pueden sentir, no explicar.

No puedes explicar la vida, tienes que sentirla. No puedes explicar el aliento, sólo respirarlo. No es posible explicar el agua; si tienes sed, lo que necesitas es beber. Para la comida tampoco sirven las explicaciones; si tienes hambre, tendrás que comer.

No se puede explicar el significado de esta existencia, sólo se puede sentir. Si comprendes esto, una puerta completamente diferente se abre para ti. Empiezas a comprender a través del sentimiento, no de las explicaciones. Empiezas a comprender el valor de la vida, la alegría, y tu mayor responsabilidad: sentir gratitud hacia ese magnífico poder que ha hecho posible que estés vivo. Eso es lo que significa estar vivo. Vivir sin dudas, sin confusión, sin dolor, ni sufrimiento, ni miseria, ni oscuridad; sin penas ni lamentos, sin deseos. Estar vivo significa tener la más absoluta claridad.

Te has imaginado la existencia entera y lo que significa. Ese monstruo que has creado no podría sobrevivir día tras día, tras día, si no fuera porque lo sigues alimentando con explicaciones. Todos los días tienes que explicarle lo que pasó, lo que significa estar vivo. Todos los días elaboras excusas de por qué no pudiste sentir gratitud, de por qué has vivido otro día en la inconsciencia. Sin embargo, antes de que te des cuenta, tus días se acabarán. Y entonces sabrás al fin, sin ninguna duda, lo que deberías haber hecho. Pero ya no tendrás medios para hacerlo. La gente también tiene explicaciones para eso: "La vida es cruel".

Si vives en el mundo de las explicaciones, ¿qué oirás? Más explicaciones. Pero lo que yo te estoy diciendo es que lo que necesitas no son más explicaciones. Lo que necesitas para saciar tu sed es agua de verdad, y no otra explicación. Lo que necesitas para satisfacer tu hambre es comida de verdad. Si no, nunca dejarás de tener hambre. El hambre no se puede satisfacer con explicaciones o ideas, ni situándote cerca de la comida. Si ése fuera el caso, cuando la gente tuviera hambre, se apoyaría en la pared de un restaurante y se saciaría.

Si eso no funciona con la comida, ¿por qué iba a funcionar en el mundo interior? El hambre de paz, ¿es ficción o realidad? El hambre de felicidad, ¿es ilusoria, o es real? Es una buena pregunta. Y la respuesta es que no es una ilusión. Afecta a cada ser humano sobre la faz de esta Tierra, y ha sido un asunto pendiente desde tiempo inmemorial. Pero la gente ha resuelto el tema aprendiendo a evadirlo; en lugar de afrontarlo, lo eluden.

Yo digo a todo el que me escucha que no hay necesidad de evadirlo. La paz es real, la alegría es real, la satisfacción es real, y hay un medio de alcanzarlas. Lo sé. Llevo hablando a la gente sobre esto desde hace mucho tiempo. Pero no lo creas porque yo lo diga, descúbrelo por ti mismo.

Alguien me dijo: "Aquí hay una persona muy independiente". Le contesté: "Es dependiente de ser independiente". A todos nos gustaría ser "independientes" porque dependemos muchísimo de ser independientes. Otra explicación.

Nos ahogamos en nuestras propias explicaciones. ¿Por qué tienes tantas explicaciones? Eso no lo puedes explicar. ¿Quién puede? Todo el mundo tiene una explicación. Tenemos explicaciones de por qué hay gente que se muere. Tenemos explicaciones de por qué hay gente hambrienta en este mundo. Pero ¿por qué tenemos tantas explicaciones para todo? Eso nadie lo sabe.

Siente que tu hogar es la paz, no la confusión. Siente que tu hogar es ese sentimiento, no las explicaciones. Siente que tu hogar es tu verdadero ser.

Si quieres ser independiente, entonces independízate de la confusión, independízate de la duda, independízate de todo lo que no te pertenece. Y siente, siente la realidad en toda su grandeza; no con miedo, pues el miedo tampoco te pertenece. Tú fuiste hecho para contener alegría. Eso es lo que le corresponde a este recipiente, a este cuerpo humano. Para eso fue creado, no para todo lo demás.

De ti depende a quién escuchar, ésa siempre es tu elección. Puedes escuchar a esa voz dentro de ti que dice: "Todo está mal"; o puedes escuchar a esa otra voz que dice: "Sé. Sé libre. Vive en la claridad. Disfruta de esta vida". Mucha gente te dirá que no tienes elección, yo sé que sí la tienes. Cada día que oyes las dos voces, puedes elegir a cuál de ellas escuchar. No podrás evitar oírlas, pero a cuál prestar atención es cosa tuya. Conoce, comprende, y siéntete satisfecho todos los días. Sin excusas, sin explicaciones, siéntete satisfecho cada día.

Cuando hablo, la gente me comenta: "¡Nunca antes había escuchado esa explicación!". Yo les digo: "Esto no es ninguna explicación. Estoy ofreciéndote la cosa real". Siéntela. Siente esa paz en tu vida. Esto es lo real. El entrevistador de la revista me preguntó: "¿Así que usted va por ahí mostrando a la gente fotografías de pozos?". Yo le contesté: "No, me aseguro de que su sed se sacie. Ésa es la posibilidad que presento".


Maharaji

20 mayo 2007

SENTIR


El sentimiento es nuestra realidad más básica.
Somos máquinas de sentir.
La paz, el amor, la verdad, la alegría
son cualidades que deben sentirse.

No es casualidad
que nos sintamos tan bien
cuando estamos satisfechos
o cuando estamos en paz,
que nos encante sentir calma,
sentir alegría.

En cuanto no nos sentimos bien,
lo primero que hacemos
es intentar arreglar
esta máquina de sentir:
“Haz un curso,
apúntate a un seminario,
intenta esto o aquello”.

Todos tenemos una mente
con la que no hacemos más que pensar.
Pensamos en el mañana,
y también en pasado mañana.
El corazón nos dice:
goza de este sentimiento de plenitud,
mientras que la mente nos propone
que especulemos sobre el futuro,
que hagamos planes.

Quiero encontrar mi paz,
mi tranquilidad,
mi alegría
dentro de mí.

La mente es curiosa,
sólo quiere pensar e imaginar,
vive del aire,
pero el corazón
se alimenta de sustancia

Cada día tengo que darle al corazón la sustancia del amor,
de la paz, de la plenitud.
Es lo que el corazón necesita.

A menudo creemos que las preguntas
nos van a llevar a las respuestas,
pero no tiene por qué ser así.
Existe una clara distinción
entre la esfera de las preguntas
y la de las respuestas.

Hay todo un océano de preguntas,
y ese océano carece de respuestas.
Por otro lado,
existe un océano de respuestas,
en el cual no hay preguntas.

A la mente la resulta más atractivo
llenarse de preguntas.
Al corazón,
llenarse de respuestas.

El Conocimiento proporciona respuestas
que tal vez no corresponden
a ninguna pregunta.

Es fundamental experimentar las cosas.
Sin la experiencia, todo sería pura teoría.

Es tan sencillo
como la necesidad de beber agua
cuando se tiene sed.
Si el hambre no se satisface con teorías,
entonces, cuando se trata
de las necesidades esenciales de la vida.
¿por qué nos conformamos con teorías?

A lo largo de los siglos
se ha oído una voz:
“Lo que buscas está en tu interior.
Tu verdad, tu alegría, tu paz
están dentro de ti”.

El corazón sólo acepta
aquello que se puede sentir,
no las ideas producidas por la mente,
sino lo que es real.


Maharaji

EL PUENTE


Abre los ojos, y cada vez que des un paso, hazlo de corazón.

Abre los ojos dentro de ti, en esta fascinante ciudad del corazón. Mira a tu alrededor y contempla estas preciosas avenidas. Y mira cómo se acerca a ti la paz. Quédate quieto. Quédate muy, muy quieto, para que la paz pueda encontrarte. No te muevas. No te muevas...

Deja que se acerque, deja que te acaricie, deja que te envuelva.

Deja que ese maravilloso amor que nace en tu interior se acerque y te abrace. Quédate quieto... muy, muy quieto.
No te escondas en un rincón, en una idea, en un sueño. Sitúate en la calle más ancha, en medio del cruce más transitado.
Quédate a la vista, y quédate muy quieto.

No finjas haber desaparecido.

Este no es el momento... Cualquiera de los días que se te dan, es un día en el que puedes visitar la ciudad del corazón y no es momento de hacerte el tímido. No.
Es momento de estar visible, de estar tan presente como tu vida, como tu aliento. Estar presente.

Tu existencia está a la luz, no escondida bajo una roca en la montaña.

No se esconde bajo la hierba en medio de un frondoso bosque.
Está aquí, es una clara realidad. Tu búsqueda también es clara, siempre lo ha sido... y sigue persiguiendo su anhelo.
Y la magia más magnífica, el mayor de los milagros ha tenido lugar: se te ha dado la vida.

Se te ha dado la vida para que esto pudiera ocurrir. Para que esto pudiera manifestarse.

¿Qué es esta vida? No la menosprecies.
¿Qué es esta existencia? Te diré lo que es esta existencia.
Es bastante especial. ¿Sabes por qué? Porque es un puente; es un puente increíble entre lo finito y lo infinito.

Aquí es donde ocurre. Aquí es donde los dos se encuentran.

Este es el umbral donde ambos pueden encontrarse, donde lo inmortal puede experimentar la inmortalidad.

No hay ningún otro lugar.



Maharaji

13 mayo 2007

El tren de la vida


En este mundo hay un tren que está siempre en movimiento. No se detiene en ninguna estación ni para nadie. Simplemente sigue su curso. Cada segundo, unos suben y otros bajan. ¿Dónde se detendrá? Nadie lo sabe. Para sentarte en este tren, lo único que necesitas es el ticket de la vida. Y eso ya nos lo han dado. Estamos en el tren, y se está moviendo.

La gente me pregunta: "¿Por qué estoy aquí?". ¿Qué clase de pregunta es ésa? Desde muy pequeño, la gente no ha parado de preguntarme cuál es el propósito de la vida. Solía contestarles: "¿Tienes esta vida y no sabes cuál es su propósito? Eso significa que no has comprendido lo que se te ha dado, te has limitado a creer lo que otros han dicho".

Esto es lo que pasa: vas en un automóvil y te pierdes. Ves a alguien de pie al borde de la carretera, y le preguntas: "¿Dónde está tal lugar? ¿Cómo podría llegar?". Él te responde: "Vaya todo recto, luego tuerza a la derecha, al cabo de un kilómetro gire a la izquierda y habrá llegado". Así que le das las gracias y sigues tu camino. No le preguntas: "¿De verdad sabe dónde está ese lugar?". No, tú le dices dónde tienes que ir, y él contesta lo que sea que conteste. Podría estar completamente equivocado, podría estar loco, o no saber dónde va, podría ser que él mismo se haya perdido y esté indicando direcciones a los demás. Cuando cerramos los ojos y actuamos con una fe ciega, el impacto es diferente a cuando actuamos conscientemente.

Hoy en día, todo el mundo está dispuesto a decirnos qué necesitamos. Yo eso no lo acepto porque tanto lo que necesitamos como el anhelo de obtenerlo se encuentran en nuestro interior. Hasta que no comprendemos en qué consiste ese anhelo, nos quedamos atascados en los nombres, las definiciones, las descripciones; quedamos atrapados en la imaginación. Una cosa es tener la descripción de algo y otra experimentarlo.

Cuando se trata de la paz, de comprender, la gente está encantada de quedarse con la descripción en lugar de alcanzar la experiencia. Todos los días, intentamos imaginarnos a Dios a través de nuestra mente e intelecto; intentamos hablarle y verle a través de estos ojos. ¿Pero cuál es la experiencia?

¿Cuál es la experiencia de eso que reside en nuestro interior? De eso es de lo que hablo, y es a eso a lo que presto mayor atención. Las descripciones están bien, pero sin la experiencia resultan incompletas. El agua calma la sed, pero una foto del agua no puede hacerlo. El fuego puede quemar algo, pero una foto del fuego no puede quemar nada. Si quieres tener amor verdadero, tienes que experimentar el amor verdadero. El mero hecho de escuchar palabras o descripciones e imaginarlo no es suficiente. Tiene que ser real.

Si quieres experimentar lo que hay dentro de ti, yo daré mil pasos, pero tú tendrás al menos que dar uno: deberás pedirlo desde tu corazón. Y entonces podré dártelo.

Es necesario que vengas desde ese lugar interior que es sencillo. No vengas con tu bolsa llena de conceptos. En esta vida, tenemos que distinguir lo que se nos ha enseñado de lo que es genuinamente nuestro. Tenemos que identificar ambas cosas, y eso es muy difícil.

Éstas no son sólo palabras. Te garantizo que definitivamente puedes tener la experiencia de eso que no tiene ni principio ni fin, que es real.

Esa experiencia ya está dentro de ti, no necesitas crearla, sólo levantar el velo de la ignorancia. En cuanto comprendas, en cuanto sepas dónde está tu verdadero hogar, no habrá razón para perderte, no tendrás por qué vagar. Así que comprende y disfruta de eso que es real.

Maharaji

09 mayo 2007

El Instrumento Exquisito


Es siempre un gran honor hablarle a las personas que quieren aprender algo acerca de ésta vida. Les voy a contar una historia muy simple.

Había una vez, un instrumento musical delicado.

Cuando se lo tocaba, producía el más bello de los sonidos.

Entonces la gente empezó a mirar a instrumentos "nuevos y diferentes" e invitaron a otros músicos a juntarse y tocar.

Los músicos trajeron sus tambores, sus flautas y sus guitarras.

De pronto nadie sabía cómo tocar éste instrumento tan especial, y la gente empezó a preguntarse, "¿Para qué sirve este instrumento?"

Era muy bello, llamaba la atención, pero lentamente empezó a juntar polvo porque era ignorado y hasta se puso fuera de tono.

Entonces un día alguien vino y preguntó "¿porqué han abandonado este instrumento tan hermoso?"

La gente lo miró preguntándose “¿Qué instrumento? Los tambores están en sintonía, las flautas están grandiosas, los violines están perfectos y el piano en sintonía."

El dijo,"¿No se acuerdan de este instrumento? Por éste instrumento Uds. se interesaron en la música, construyeron este lugar y se juntaron para oírla. Ahora que la curiosidad los ha llevado a lo nuevo y diferente lo han estado ignorando."

Ellos preguntaron,"¿Qué es lo que tiene este instrumento que lo hace tan especial?"

El hombre les dijo, "Déjenme que se lo muestre". El limpió el instrumento y empezó a brillar.

Nosotros nos olvidamos y solamente vemos el polvo de la superficie.

La persona que sabe puede ver más allá del polvo. Lo puede limpiar y renovar su belleza, su brillo, su encanto, su gloria.

Después él hizo la parte más importante, lo sintonizó. El instrumento tiene que estar sintonizado para que suene bien.

Después de haberlo sintonizado, él se lo devolvió a la gente y dijo:

"Ahora sí lo pueden usar."

Ellos dijeron, "No sabemos cómo usarlo".

Rasguéenlo y empezará a sonar. Escuchen, lo van a oír."

Cuando empezaron a usarlo se quedaron hipnotizados por su bello sonido. He aquí un instrumento que podía verdaderamente tocar los corazones.

¿Qué es el instrumento?

Tú eres.

En la carrera por lo "nuevo y diferente" te has olvidado de Tú mismo.

Todo es acerca del encanto de lo "nuevo y diferente" excepto para éste instrumento, esta vida.

Excepto para este corazón.

Todo lo demás tiene prioridad. Desde la mañana hasta la noche dices "Tengo que hacer esto, tengo que hacer aquello. "¿Estás tú en alguna parte de ésa lista?” Número 10? 20? 100?

No. En ninguna parte.

Cuando este instrumento está sintonizado y empiezas a tocarlo escucharás una melodía. La melodía de la respiración viniendo hacia ti.

Es muy simple.

Lo que estás buscando, lo que necesitas está dentro tuyo, pero por negligencia, se ha puesto fuera de sintonía.

Cuando esté sintonizado podrás disfrutar del potencial de ese instrumento.

Esta es tu vida. Encuentra ese contentamiento.

Esa es la deuda que tienes contigo mismo.

Si quieres ser rico, empieza contigo.

La primera deuda que tienes que pagar es la deuda del corazón, su pedido, su querer estar satisfecho.

No es un pedido tan grande.

Es simple.

Estar satisfecho.

Maharaji