24 junio 2007

La 'City' de Londres rinde homenaje a Prem Rawat y a TPRF


En una ceremonia celebrada en el palacio de Mansion House, residencia del Regidor de la 'City' de Londres, Prem Rawat hizo entrega al Servicio de Voluntariado en el Extranjero (VSO), de una importante donación en nombre de TPRF. La VSO es una organización benéfica que envía profesionales voluntarios a países desfavorecidos. Tras la ceremonia, en el Ayuntamiento se celebró un evento de gala bajo el título “Dar con el corazón”.


Primero paz y luego prosperidad



Quiero hablar de algo muy sencillo. Porque a veces, las pequeñas cosas de la vida son las que tienen un impacto más significativo. Pequeñas cosas como la paz que cada ser humano puede sentir en su corazón... tal vez se trate de una de esas pequeñas cosas. Vamos en pos de la prosperidad ignorando una fórmula que fue propuesta hace mucho, mucho tiempo: paz y prosperidad.

Hoy en día, lo que nos mueve es la ambición. ¿Te has preguntado alguna vez qué es lo que ambicionamos? ¿Cuál es la ambición del humilde granjero que vive en una de esas aldeas perdidas? ¿Trabajar en un edificio de apartamentos? No ha visto nunca uno y ni siquiera puede imaginárselo. ¿Cuál es la ambición del chiquillo que sólo posee una rueda de bicicleta y que encuentra un placer increíble en hacerla rodar durante horas calle abajo? No presumo de ser un experto, pero he viajado bastante: su ambición no difiere demasiado de la de todas esas personas que he visto dirigiéndose al trabajo esta mañana y en esta misma ciudad.

A veces olvidamos que somos seres humanos. Tenemos unas necesidades muy simples y la primera de la lista ha sido siempre sentirnos satisfechos, sentir el corazón lleno de alegría, sentir una paz que no responda a ninguna definición sino que brote de nuestro interior.

Yo voy de un lugar a otro recordando a las personas las cosas más importantes de la vida. Cosas sencillas, no complicadas. Veo guerras en este mundo. A mí no me gustan las guerras, y he oído en multitud de ocasiones que los pobres soldados que tienen que luchar en ellas son los que más las detestan. Las guerras no le gustan a nadie; sin embargo, nos encontramos con que estalla una detrás de otra. Y cada vez que hay una guerra, hay una llamada a la paz. ¿Casualidad? No. La llamada a la paz es constante, pero miramos hacia cualquier otro lado olvidando buscar esa sed de paz en nuestro interior.
La sed está dentro de nosotros, y el pozo también.

La búsqueda de la paz está dentro de nosotros, y su resolución también. Así es como somos.

Somos seres humanos que se esfuerzan, cada uno a su manera, para alcanzar la misma meta que todos los demás. Al final, puede que algunas personas cuenten con más recursos que otras, pero a todas las mueve exactamente la misma motivación.

Hay muchas religiones, muchas soluciones comparables a los diferentes tipos de cocina. Se supone que van a satisfacer el hambre substancial que hay en cada uno de nosotros. Porque nos mueven ambiciones muy básicas y la cuestión no es si el mundo las reconoce o no. ¿Qué es lo que reconocemos nosotros? ¿Qué es lo que vemos?

Cuando te miras al espejo, te ves diferente a como te ven los demás. Nos vemos a nosotros mismos de una forma muy, muy distinta. Nosotros conocemos nuestras necesidades, las comprendemos. Pero hagas lo que hagas en este mundo, vayas donde vayas, recuerda que la paz es la primera de la lista interna. Las listas externas son influenciadas por la sociedad y lo que está en boga. Las listas externas cambian, las internas no; siguen igual que cuando eras pequeño.

Es posible que nos diferenciemos en el modo de hablar o que utilicemos idiomas distintos, pero el sentimiento auténtico de nuestro corazón no es diferente al de los demás.

Si vas a navegar hoy en el barco de este mundo, pequeñas cosas como tener paz en tu vida se vuelven increíblemente importantes. Esa es mi opinión. Ese es mi mensaje.

No puedo evitar sentir que es la misma ambición la que nos mueve a todos. Quizá lo que has aprendido, lo que has realizado en tu vida, pertenezca a una escala inimaginable para un granjero de la India. No obstante, estamos tan interesados en nuestras diferencias que hemos olvidado nuestras semejanzas. Y aunque me gustan las diferencias, también me gusta lo que nos asemeja: la lámpara encendida que brilla en el corazón de cada ser humano sobre la faz de esta Tierra. Y en esa gran oscuridad de la ignorancia, en la que miembros de la misma especie se vuelven unos contra otros, es necesario que esa lámpara brille con tanta intensidad como sea posible.

Lo que me gustaría comunicar a todos es que si quieres la solución, tienes que mirar dentro de ti. Busca aquello que deseas, pero mira también en tu interior. A la gente le parece que éste es un mensaje poderoso, y puedo entender por qué, porque algunas veces nos olvidamos de esas sencillas y pequeñas cosas. Es posible que mientras caminábamos a tientas en la oscuridad, la solución haya estado siempre con nosotros. Si abrimos un poco el corazón y encendemos la lámpara, no tenemos por qué tropezar con todos los obstáculos que hay afuera.

Es simple y siempre lo ha sido. Primero paz y luego prosperidad. No niegues esa llamada interior que sientes. La paz no es una ficción. La paz es una flor que ha de ser sostenida por cada uno de los seres humanos. Eso es la paz.

Maharaji






16 junio 2007

Iniciativas Humanitarias

La Fundación Prem Rawat: Cinco años de labor humanitaria







Un aspecto importante de la misión de La Fundación Prem Rawat es ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas más necesitadas.

http://tprf.org/es/hum_init.htm


Maharaji pone en marcha una iniciativa de ayuda alimentaria

En una ceremonia que tuvo lugar en Bantoli, un pueblo del estado de Jharkand, Maharaji puso la primera piedra de unas instalaciones que servirán de forma gratuita comidas nutritivas a niños y adultos necesitados. Los habitantes de la zona de Bantoli, que es una apartada región del nordeste de la India, son unas de las personas más pobres del mundo.


Maharaji, hablando a un público de ancianos, adultos y niños de Bantoli y de los pueblos cercanos, que se habían reunido para la ocasión, dijo: “Me alegra mucho ver que se ha puesto en marcha este proyecto. Cuando vine aquí por primera vez, observé que los habitantes eran ricos en su corazón, pero no tenían cubiertas las necesidades más básicas. Pensé que estaría bien poder desarrollar un centro que facilitase alimentos a los necesitados. Con esa intención, La Fundación Prem Rawat ha promovido este proyecto que beneficiará a los habitantes de Bantoli y, especialmente, a los niños”. (Traducido del hindi)

Un anciano de la localidad dijo más tarde: “Esta iniciativa es una oportunidad dorada para nosotros, la gente de Bantoli. Trataremos de aprovechar al máximo este regalo de Maharaji, que nos ayudará a construir un futuro mejor para nosotros y para nuestros hijos”. (Traducido del dialecto local)


El Programa "Comida para Todos" de TPRF lleva esperanza a aldeas remotas de India


Hace tan solo un año, La Fundación Prem Rawat (TPRF) ponía en marcha el programa "Comida para Todos" (en inglés Food for People, o abreviado FFP), una innovadora iniciativa para proporcionar alimentos en la remota zona tribal de Jharkhand, al noreste de India, cuyos habitantes han luchado desde siempre y cada día por sobrevivir. Situado en 2,5 hectáreas de terreno, el recinto de 930 metros cuadrados es una construcción totalmente nueva, impecablemente limpia y equipada con una amplia cocina, despensa independiente, salas para la preparación de las comidas, una espaciosa zona de comedores y modernas instalaciones sanitarias. En su primer año de funcionamiento, el centro "Comida para Todos" ha servido a niños y adultos más de 150.000 comidas calientes, nutritivas y típicas de la zona.

Antes de iniciarse el programa, los niños trataban de alimentarse con lo que encontraban, ya fueran larvas de gusanos o los restos de comida que las ratas almacenan en los nidos para sus crías. Muchos adultos padecían debilidad crónica o enfermedades y eran incapaces de ganar dinero suficiente para alimentar a sus familias. Los niños dejaban la escuela a una edad muy temprana para empezar a trabajar a cambio de comida. La población de la zona, que en general había sido pasada por alto en los planes humanitarios de las entidades benéficas más importantes, había entrado en una devastadora espiral de pobreza y enfermedad, originándose un elevado índice de mortalidad infantil y una disminución en las expectativas de vida.

En el transcurso de un año esta ayuda ha supuesto significativos cambios. Los adultos gozan de mejor salud al ingerir a diario comida caliente nutritiva y equilibrada y aquellos que anteriormente estaban desempleados ahora han podido conseguir empleos en pueblos cercanos y llevar comida a sus familias.

Los niños también disfrutan de una notable mejoría en la salud. Tanto la asistencia a la escuela como su capacidad de concentración han aumentado considerablemente y gracias a ello también la expectativa de que un mayor número de jóvenes siga estudiando y preparándose para la vida laboral. Con el tiempo, ellos podrán ser un apoyo para sus mayores y proporcionarles a sus propios hijos una vida mejor y más estable. Y lo que es igualmente importante, empiezan a tener esperanzas de que sus vidas puedan mejorar y sus hijos aspirar a un futuro más halagüeño del que ha tenido la población durante muchas generaciones.

El punto de vista de Prem Rawat acerca de esta situación es claro y directo. Si ofrecemos ayuda alimentaria a la población, respetando al mismo tiempo las costumbres locales y la dignidad individual, los adultos podrán dar los pasos necesarios para conseguir ingresos, y los niños podrán estudiar. Aumentarán sus posibilidades de una vida más estable y sana. Para llevar a cabo este proyecto La Fundación Prem Rawat ha hecho partícipe a la población de muy diversos modos, dejándose asesorar por los ancianos del lugar acerca del desarrollo y administración del centro "Comida para Todos", incluyendo la elaboración de los menús con recetas procedentes de sus platos tradicionales.



Al centro "Comida para Todos" también acuden los habitantes de varios pueblos que se encuentran a una distancia, caminando, de diez a treinta minutos. Durante las comidas se ven por televisión programas educativos en hindi, su idioma nativo, que les presentan a los niños otros mundos más allá de su aldea, mostrándoles diversas culturas, así como animales y paisajes que nunca imaginaron que existieran. Para muchos de los niños y adultos que acuden al centro esta es la primera vez que usan los aseos, se lavan las manos antes de comer, hacen cola esperando su turno para que les sirvan la comida, y pueden contar con una comida caliente y nutritiva al menos una vez al día durante todo el año.

Después de asistir a la celebración en India del primer año de actividad del programa Comida para Todos, Linda Pascotto, presidenta de La Fundación Prem Rawat, pudo comprobar de primera mano los asombrosos cambios ocurridos en un solo año. Las miradas de muchos niños, que antes aparecían un tanto vidriosas, ahora reflejan vivacidad, ya no tienen las mejillas hundidas y por todas partes se les oye charlar y reír. Como era verano, la escuela comenzaba en las horas más frescas de la mañana para evitar los fuertes calores del mediodía. De vuelta a casa desde la escuela, los niños venían para comer su comida principal y se ponían en fila de forma ordenada y voluntariamente para lavarse las manos y recoger su thali (una tradicional bandeja redonda de acero con varios compartimentos), que pronto sería llenada con deliciosa comida caliente.

Linda Pascotto comentó que “todos, tanto los ancianos como los niños y sus padres, han expresado su agradecimiento”. Ella contaba que un chico de trece años le dijo: “La comida siempre sabe rica. Ahora me siento mejor y progreso en la escuela”. Un joven padre le comentó: “Están haciendo ustedes una buena labor. Nuestros hijos y el resto de habitantes del poblado gozan de mejor salud. Estamos muy contentos con lo que nos ofrecen”. Otro decía: “Ahora que como todos los días, he recuperado mi capacidad de trabajo. Sin comida, estaba demasiado débil para hacer nada. Ahora dispongo de energía suficiente para mantener a mi familia”.

Los habitantes del lugar están totalmente orgullosos de su centro e impresionados por lo limpio que está y lo bien que funciona. Y ellos han contribuido con su propio esfuerzo. Forman parte del personal del centro —algunos contratados y otros como voluntarios— y han recibido formación para dirigir las instalaciones, manteniéndolas limpias, cocinando y sirviendo las comidas. Se intenta comprar el máximo posible de comida en los mercados locales, ayudando así a la economía del lugar, y en las pocas hectáreas de terreno que rodean al centro, se cultivan verduras. Los ancianos recomendaron el plan de comidas según las estaciones y ayudaron a contemplar futuras posibilidades como la de una nueva iniciativa que consiste en que los familiares de personas mayores o enfermas que no pueden acudir al centro, puedan llevarles comida caliente a casa en fiambreras de metal.

Tras el primer año, existe un consenso general del completo éxito del proyecto y de su prometedora proyección de futuro. Hará falta un tiempo para evaluar la repercusión en la comunidad a largo plazo, pero ya se ven señales de que el círculo vicioso de la indigencia se ha roto. Linda Pascotto comentaba: “La duración del proyecto ha sido suficiente como para comprobar que la población adulta puede trabajar en los pueblos cercanos, ya que ha recobrado la salud y la energía al tener acceso a comida nutritiva de manera regular, y los niños ahora pueden permanecer más tiempo en la escuela. Las familias, al ser más autosuficientes económicamente, necesitan menos ayudas y se sienten orgullosas de haber recuperado su independencia. Se trata de un proceso de marcha atrás en la espiral descendente en la que estaban sumidos desde hacía años. Ya hemos empezado a planificar la aplicación de este modelo en otros lugares, inicialmente en Nepal y sur de India”.

09 junio 2007

Biografía de Prem Rawat


"La paz es Posible"

Acaba de publicarse en España la edición en
español del libro "La Paz es Posible",

de Andrea Ceigan


A la venta en ya en FNAC, Casa del Libro y otras librerías de todo el país. Y a partir del 15 de junio, también en El Corte Inglés.

Más información: http://biografiadepremrawat.blogspot.com/


Autor: Andrea Ceigan
Traducción: Miguel Martínez-Lage
Editorial: Bajo el Alma
Nº de páginas: 464
PVP: 20 euros (recomendado)
ISBN: 978-84-935768-0-6
Género: biografía, crecimiento personal

Distribución: Editorial Dilema, www.editorialdilema.com

Si deseas encargar el libro en tu librería habitual, no olvides indicarles el distribuidor de tu zona (ver tabla a continuación).


CATALUÑA Y BALEARES
Distribuciones PRÓLOGO
934562000 – 933472511

COMUNIDAD VALENCIANA
ORTEGA libros
963943166

MURCIA, ALICANTE Y ALBACETE
MARTIN FIERRO
965289802

ANDALUCÍA SUR
DISANDAL
952360512

ANDALUCÍA NORTE Y EXTREMADURA
RIVERO
954900340

MADRID Y CASTILLA LA MANCHA
DILEMA Y TERÁN
915438232

CASTILLA LEON
ARKADIA libros
983395049

ARAGÓN
ÍCARO
976126333

PAIS VASCO, NAVARRA, LA RIOJA, CANTABRIA, ASTURIAS
SERPU
944542850 / 4561

GALICIA
DISFER libros
981611752 – 659540085

CANARIAS
UNICORNIO
922280575 - 922292357


08 junio 2007

Vive este momento


No sé cuántas veces habremos oído decir: “La vida es un regalo”.
Y sin embargo, en todo lo que hacemos, en todo lo que ocurre, no siempre lo vemos de esa manera.
Oímos que la vida es valiosa. Pero en la rutina diaria de ver gente, gente, gente por todas partes; en la rutina diaria, mientras intentamos salir adelante... quizá se nos olvida.
Y cada mañana tiene que sonar la alarma para despertarnos. Y cada mañana, vamos pensando, mientras pasamos por la rutina diaria, pensamos en lo que va a ocurrir.
Sabemos lo que queremos que ocurra. Sabemos que “tengo que ir a la parada del autobús”, o “tengo que subirme al coche”. “Debo ir a la oficina”, “debo ir a la tienda”, “debo ir...”.
Y todos esos “deberes” que colocamos por delante de nuestra existencia.
La existencia es un río... y va pasando.
Y algunos tratan de remar con las manos, diciendo: “Más rápido, tengo que ir más rápido...”.
¿Por qué quieres acelerar? ¿No sabes lo que te espera al final de esta visita? Es evidente.
Pero algunos quieren acelerar, y el tiempo no les deja.
El tiempo es algo maravilloso.
Pasa muy rápido, pasa muy lento, pero no te deja ir más rápido o más lento que él.
Estás atrapado, atrapado en esta barquita que va navegando...
No va a ir más rápido de lo que debe, ni tampoco irá más despacio. Va realizando su travesía.
El destino de este viaje no está al final. El destino es ahora. El destino está dentro.
El propósito de este viaje no es ir del punto “A” al punto “B”, sino disfrutar de cada fracción de instante entre esos dos puntos.
La sencilla inocencia de la vida. Despertarse por la mañana y estar feliz, sin ninguna razón en absoluto. Eso es simple inocencia.
Estar vivo, y estar contento de estar vivo.
Estar consciente, consciente del disfrute.
Estar consciente del “ahora”.
Es entonces cuando el viaje empieza a ser hermoso.
Es entonces cuando empiezas a comprender lo que es la sencillez.
Es entonces cuando empiezas a comprender que esto de verdad es un regalo. ¡Un regalo!
Vive este momento, cada momento, de la forma más consciente que puedas. Y disfrútalo. Lo esencial es disfrutarlo.

Nunca estarás abandonado


¿Qué es importante para mí? ¿Qué quiero? ¿Cuál es la suma total de mis logros? ¿Hasta dónde está llena mi copa? ¿Cuántas bendiciones he aceptado en mi vida? Y, de hecho, siendo sincero, ¿cuán agradecido estoy por cada aliento que respiro? ¿Debería estarlo? Por supuesto. ¿Necesito sentirme agradecido? Desde luego.

Hay una frase que me lo recuerda una y otra vez: “Incluso en tus horas más difíciles y oscuras, no te abandonaré”. Hasta en mis momentos de mayor inconsciencia, la conciencia no me abandona. Puede que todo esté oscuro, pero la luz no me ha abandonado. Me atenaza la mayor y más seria de las dudas y, sin embargo, la claridad sigue ahí. En todas mis tristezas, sigue conmigo la alegría.

En esos estados de ánimo se acusa a Dios: “Es por culpa de Dios”. ¿A qué se debe esta injusticia con lo más maravillosamente bello y bondadoso? ¿Quién atrae a nuestras vidas la oscuridad? Somos nosotros. ¿Quién tiene la facultad de decidir entre conciencia e inconsciencia? Nosotros. ¿Quién puede invitar a la claridad y hacer que se quede? Nosotros. ¿Quién puede abrazar la alegría y sentirse agradecido por ello? Nosotros.

Maharaji en Brighton, 16 de junio de 1997. Fragmento traducido del inglés.

02 junio 2007

La necesidad de navegar


En el viaje para llegar aquí nos topamos con fortísimas tormentas. Tormentas que no aparecieron porque sabían que veníamos; estaban allí por casualidad. Y, ¿cuál era nuestro trabajo? Cerciorarnos de tomar la decisión correcta: virar a la derecha, virar a la izquierda, y siempre dirigiéndonos hacia el destino final.

Así también es la vida. Quizás se produzcan tormentas increíblemente fuertes. No aparecen porque quieran enfocarse en ti. No vienen porque estén tratando de vengarse. Ese no es su fin. Pase lo que pase, ocurren porque tenía que suceder. Tu trabajo consiste en navegar, en dirigirte siempre hacia tu destino.

Maharaji en Curaçao, 1 de septiembre de 2001. Fragmento traducido del inglés.

El engreimiento de Nárada

Una vez entró el engreimiento en el corazón del divino Santo Nárada, y pensó que no había nadie que fuese tan devoto como él. Sri Vishnú leyó su corazón y le dijo: ”Nárada, vete a tal y cual sitio, allí hay un bhakta que es un gran devoto mío; cultiva el trato con él”. Allí se fue Nárada, y encontró un campesino que madrugaba mucho, pronunciaba el nombre de Harí una sola vez y, tomando su arado, se iba a labrar la tierra todo el día. Por la noche se acostaba tras pronunciar el nombre de Harí una vez. Nárada se dijo: “¿Cómo es posible que se diga que este rústico es amante de Dios? Lo he visto entregado con afán a ocupaciones mundanas, y no tiene signos de ser un hombre piadoso”. Se fue entonces Nárada de vuelta a ver al Señor y le dijo todo lo que pensaba de aquel hombre que acababa de conocer. El señor le dijo: “Nárada, toma este cuenco lleno de aceite a rebosar; ve y da la vuelta con él a la ciudad, pero presta atención a que no caiga al suelo ni una sola gota”. Nárada hizo lo que le pedía, y cuando regresó, el señor le preguntó: “Y bien, ¿cuántas veces me has recordado durante el recorrido?”

— Ninguna, señor: ¿cómo iba a poder hacerlo, si tenía que centrar toda mi atención en este cuenco rebosante de aceite?

— Este cuenco de aceite ha captado tanto tu atención que has llegado a olvidarme por completo, pero fíjate en aquel campesino, que, mientras soporta la pesada carga de una familia, me sigue recordando dos veces al día».
Sri Ramakrishna – Dichos y Sentencias nº 167

Escucha al pájaro cantor, ignora al cuervo


Durante el día escucho al pájaro cantor y también al cuervo. ¿Qué voy a hacer? ¿Guardarme una piedra en el bolsillo para arrojársela al cuervo? En realidad, no es necesario que le preste atención al cuervo cada vez que lo oigo cantar; sin embargo, cuando el otro pájaro canta, puedo dirigir mi oído hacia él y escucharle. ¿Y quién lo disfrutará sino yo? “¿De dónde vienen estos cuervos? Hay que matarlos”, dicen algunos. Pero cuando sentimos esa ira, esos celos, ¿a quién quemará su fuego? Cuando sientes celos hacia otra persona, ¿quién sale lastimado, ella o tú? Cuando te enojas con alguien, ¿a quién crees que quemará el fuego de la ira sino a ti?

Le dijo una vez a un hombre un genio: “Pide un deseo. Lo que quieras. Pero recuerda, de lo que pidas, tu vecino recibirá el doble”. Así que, el hombre, después de pensarlo, le respondió: “De acuerdo. Quisiera tener millones y millones de rupias”. El genio le recordó: “Tu vecino recibirá el doble de dinero”. Y el hombre continuó: “De acuerdo, no me importa”. Así que, tras concedérsele el deseo, su vecino obtuvo el doble. Al día siguiente, cuando el hombre llamó al genio, éste le preguntó: “Y ahora, ¿qué deseas?”. El hombre contestó: “Golpéame hasta que me dejes medio muerto”.

Siempre habrá problemas, ¿verdad? Pero si nos enojamos con otra persona, somos nosotros los que salimos lastimados. Por lo tanto, esta oportunidad que tenemos, no la perdamos.

Maharaji en Nueva Delhi, 28 de marzo de 1999. Fragmento traducido del inglés.