17 mayo 2008

La isla



La paz no es una novedad. No es nada nuevo, sino algo innato y necesario para nuestra supervivencia y bienestar. Nos fijamos en tantas cosas que a veces nos olvidamos de las más fundamentales.

Hay una historia de un hombre que heredó una preciosa isla. Era bellísima, con hermosas playas, árboles, pájaros, flora y fauna. El hombre podía ver la isla y lo único que deseaba era ir allí, pero no sabía nadar. Intentó ir en barco, pero no pudo atravesar el arrecife. Entonces se le ocurrió una idea brillante: "Haré un puente". No sabía cómo hacerlo, así que fue a la universidad para aprender. Estudió mucho y al final aprendió a construir puentes.

Entonces se dio cuenta de que necesitaba dinero para construir el puente, pero no tenía nada. Así que volvió a la universidad para aprender a hacer dinero. Hizo un curso de dirección de empresas, se licenció y emprendió un negocio tras otro para construir el puente con sus conocimientos recién adquiridos. Algunos negocios fueron un fracaso y en otros tuvo éxito. Pero cuando tuvo suficiente dinero para construir el puente, apenas podía ver ya la isla.

Lo que pretende decir esta historia es que todos los seres humanos quieren sentirse satisfechos, felices, sentir paz en sus vidas. Es importante. El entusiasmo está bien, pero tiene que llegar un momento en el que podamos retirarnos a nuestro interior y sentir serenidad, paz y alegría en nuestras vidas.

Si quitamos ese elemento, acabaremos por no disfrutar de nada. El éxito parecerá un fracaso y el fracaso parecerá un fracaso aún mayor, y todo lo que somos se desmoronará.

Estoy aquí para recordaros algo que ya sabéis: lo importante que es para todos nosotros estar en paz. Sí, estar en paz a pesar de todas nuestras diferencias.

Ése es el desafío, porque si decimos: "La paz llegará cuando todas nuestras diferencias desaparezcan", envejeceremos rápidamente y la paz no se producirá. La idea de la paz no es nueva. Todas las civilizaciones se han esforzado por tenerla. La pregunta es: ¿Por qué no podemos tener paz en nuestras vidas ahora? La paz de la que hablo no es el resultado de cosas externas; estoy hablando de buscar la paz que reside en nuestro interior.

Lo que realmente quiero no está en algún lugar ahí fuera, sino dentro de mí. Tengo que reconocer mi propia sed, mi propio sentimiento. Tengo que reconocer esa llamada dentro de mí que me dice: "Siéntete en paz". No mañana, ni pasado mañana, sino ahora. Necesito ese sentimiento de plenitud, con o sin todas las cosas que estén sucediendo.

¿Es posible la paz? Sí, es posible porque la paz empieza contigo. Nadie va a llevártela a tu casa. La paz no es una pizza que te pueden traer con una llamada telefónica. Está dentro de ti y siempre ha estado ahí. Lo que hay que hacer es ocuparse del sentimiento que hay en nuestro interior. Así es como sentiremos la paz.

Siente lo que está dentro de ti, el deseo de plenitud. Por eso la paz es posible.


Maharaji

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