Hoy me gustaría hablar de lo que tenemos; no de lo que podría ser o de lo que no es, sino de lo que ya tenemos. Muchos de nosotros preferiríamos oír hablar de un sueño, de cómo podría ser, de cómo algo podría cambiar. Pero yo hablo de algo tan valioso que ni siquiera todo el dinero del mundo lo podría reemplazar: tu vida. ¿Sabes cómo ver el valor del regalo que se te ha dado?
Antes que nada, tenemos que hacer una distinción, porque juntamos todas las cosas que suceden en la vida -nuestros problemas, lo bueno y lo malo- las mezclamos con nuestra existencia y decimos: “Esto es mi vida”. Pero ésa no es la forma de medir nuestras vidas.
Tenemos una necesidad. Una necesidad, no un deseo. El deseo es un océano que cambia sin cesar. Hoy quieres un traje azul y mañana querrás uno gris. ¿Cómo lo sé? Fíjate en todos esos anuncios: “Esto es lo que necesitas, esto es lo que quieres, así es como debería ser”. Todo el mundo te ha estado diciendo eso toda tu vida: “Esto es lo que deberías ser, esto es lo que necesitas, esto es lo que quieres, así es como es”.
¿Qué es lo que necesitas realmente? Ha llegado la hora de que le hagas esa pregunta a tu propio corazón, a esa cosa que te ha sido siempre fiel desde la niñez. Experiméntalo por ti mismo. Renunciamos a lo más importante que tenemos: la experiencia. Recuerda cuando eras pequeño y tus padres te decían: “No toques eso; está caliente”. No tuvo sentido hasta que un día lo tocaste; entonces lo supiste. Una vida entera de discursos no vale lo que un segundo de experiencia. Hay mucha gente que habla de la paz. O la sientes o piensas en ella. Pensar en el agua no saciará tu sed; tienes que beberla.
¿Qué significa conocerte a ti mismo? Conocemos a nuestros amigos mejor de lo que nos conocemos a nosotros. Si quieres conocerte a ti mismo, hay un modo de hacerlo y empieza por reconocer tu existencia, por reconocer tu corazón, por reconocer esta posibilidad en tu vida.
Quítate los lentes de lo bueno y lo malo. Obsérvate a ti mismo y verás el regalo de una existencia. Sólo falta aceptar verdaderamente ese regalo. Cuando puedo ver la más maravillosa y preciosa de las realidades, mi corazón empieza a bailar.
Todo lo que podrías querer o necesitar está aquí mismo. No hay duda sobre si esa belleza está dentro de ti o no; está dentro de cada uno. La única diferencia es que hay quienes la han sentido, personas en cuya vida se ha manifestado, y personas en cuya vida aún no lo ha hecho.
En este momento llamado “ahora” está teniendo lugar el mayor de los milagros: estás vivo. Este momento encierra la posibilidad más hermosa: puedes enamorarte de este aliento que entra en ti trayéndote la vida, el amor, la comprensión, el consuelo y todo lo que podrías necesitar jamás.
Se está desarrollando la historia más hermosa, y es tu historia. Nadie más puede narrarla. La petición de tu corazón es muy sencilla: siéntete satisfecho, vive en la alegría, vive en paz.
Maharaji en evento celebrado en la India
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