16 noviembre 2008

UNA INTRODUCCIÓN AL TEMA DE LA PAZ :: Prem Rawat


El propósito del evento de hoy es presentar la posibilidad de la paz. Así dicho suena como algo muy sencillo de hacer. Y lo es. Pero, ¿cómo se presenta esa posibilidad? Si tenemos en cuenta que la paz debería existir en el corazón de cada ser humano. Que no debería necesitar ninguna presentación. Que debería entenderse que cada uno de nosotros la necesita. No se trata que la queramos ni de que estaría muy bien si la lográramos, sino de que la necesitamos. Necesitamos paz.

Y ahora voy a definir la naturaleza de esa necesidad. Es como el agua para el desierto. El viento para el velero. O el fluir del agua para el río. Porque si el agua no fluye ese río deja de serlo. Se estanca, se ensucia debe fluir para mantenerse limpio. Es como la relación del sol y la luna. Como el sol y la luna, sin el sol la luna no brillaría, nos fijamos en la belleza de la luna, pero no olvidemos de donde procede, su luz procede del sol. Hasta ese punto necesitamos la paz en nuestras vidas.

Pero qué ocurre. Que nos familiarizamos con las complejidades de la vida, con los altibajos de cada día. Todo eso nos es muy familiar, y nuestra atención se centra en descifrar qué es lo bueno qué es lo malo, que es lo adecuado y lo inadecuado. Nos hemos transformado en expertos en solucionar problemas. Por descontado nadie nos señala el hecho de que somos nosotros quienes los hemos creado. Y además queremos un premio por haber resuelto el problema. Pero cada vez que te den un premio por resolver problemas deberían darte otros por haberlos creado.

Y la vida se va haciendo cada vez más y más intrincada. Cada vez más compleja. Cada vez más difícil. Y entonces la gente dice: tiene que haber algo más, es cierto, siempre lo hubo. Siempre ha habido algo más pero lo has ignorado.

Y es muy serio decir algo así y es muy categórico, pero no estoy aquí para culparte ni para decir así es, siempre lo has tenido pero después lo perdiste. Aunque eso sea cierto, no es mi intención culparte.

¿Qué queremos? ¿Qué es lo que todos buscamos? Y no me refiero a una aspiración universal, sino a un anhelo individual de cada persona de este mundo. ¿Qué estamos buscando? ¿Qué quiere este corazón nuestro? Quiere alegría, pero no una alegría que por naturaleza es pasajera. Quiere paz, pero no una paz efímera por naturaleza.

Me he dado cuenta de algo. Mucha gente cree que paz es ausencia de guerra. Pero yo me he dado cuenta de que dado el tiempo que los seres humanos llevan luchando pueda que la ausencia de guerra sea algo imposible pero eso no debería ser obstáculo para sentir paz. En qué me baso en que la guerra no tiene nada que ver con la paz ni la paz con la guerra. Porque existe una paz que va más allá de cualquier guerra, una paz que existe por sí misma y no precisa de ninguna ausencia para ser real. Esa es la paz que todos buscamos. La paz que deseamos, la que nuestro corazón anhela. Es el elemento que falta de por si, es el más accesible para nosotros y sin embargo el que más se nos escapa. Los dos extremos tan a nuestro alcance y sin embargo tan lejano. Justo a nuestro lado y a la vez tan desconocido, tan presente y tan ausente a la vez. Lo único que hemos de hacer es empezar por una sencilla presentación.

De modo que permíteme que te presente a ti mismo. Te presento a ti mismo. Te han presentado a mucha gente. Le presento a fulano de tal, le presento a mengano te han presentado a muchas personas, pero falta una, una a la que nunca te han presentado. Esa persona eres tú.

Yo haré esa presentación porque puedo hacerla.

Maharaji

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