23 agosto 2007

Historia de una existencia


Podría decir muchas cosas sobre algo muy, muy sencillo: que estás vivo. Y por estar vivo, tienes unas posibilidades increíbles.

Hace poco vi un documental de TV titulado: “La muerte del Sol”. Era muy interesante. Hablaban sobre lo que va a suceder con el Sol. Es más brillante ahora que hace unos cuantos millones de años porque está desintegrándose. Cada vez más gases colisionan en su interior, lo que está provocando que tienda a expandirse. Crecerá tanto que un día ya no habrá cielo azul, sólo un sol gigantesco al rojo vivo. Para entonces, la vida en la Tierra se habrá extinguido. Los océanos se habrán secado. Al alcanzar tal magnitud, el Sol empezará a alejar a los demás planetas. Júpiter y Mercurio se apartarán. Podría ser que la Tierra también se alejara, pero no es probable.

Cuando terminó el documental, apagué el televisor, cerré los ojos y empecé a pensar. Todo lo que hacemos tiene alguna repercusión en el mañana. Vamos a dormir y esperamos despertarnos, pero ese despertar sucederá mañana. Comemos hoy, pero en cierto sentido esa comida tiene consecuencias en el futuro: “No quiero comer esto porque me va a sentar mal”, o “esta noche espero tener una gran cena, así que ahora sólo tomaré algo ligero”. Vivir, existir tiene repercusiones en el mañana. Ir a un lugar, venir de cualquier sitio, hacer algo, hablar con alguien... la mayoría de las cosas que hacemos repercute en el mañana.

Así que, para ponerlo en perspectiva, la humanidad entera, tal y como la conocemos, está yendo definitivamente cuesta abajo. ¿Por una carretera buena, o por una mala? Yo no estoy aquí para emitir juicios, pero estamos yendo cuesta abajo. Algunos van felices, otros son arrastrados, pero todos vamos cuesta abajo. Sin embargo ¿es esto obvio para nosotros? Sabemos que somos mortales, pero no es evidente para nosotros. Cuando se hace evidente, la gente se queda conmocionada.

Y mientras la humanidad marcha por esta carretera, hay algo que viene en sentido contrario. No se trata sólo de una posibilidad sino que ya está en camino. La destrucción del Sol es un hecho. El proceso ya ha comenzado. Después de ese documental, la palabra "futuro" resulta muy tortuosa y retorcida.

No va a pasar mañana, se supone que tardará quinientos mil millones de años, pero sucederá. ¿Que significa para ti y para mí que esta Tierra tan hermosa deje de existir? Significa que no te puedes tomar a la ligera ninguno de los días que te quedan. Sé que esto puede parecer poco práctico, pero este documental lo puso en perspectiva.

En definitiva, no puede haber concesiones en tu existencia. Ninguna. ¿Conoces tu existencia? Conoces lo que acontece en ella, tus responsabilidades, tu familia... pero ¿conoces realmente tu existencia? ¿Sabes que todos esos asuntos que tanto te importan no le importan a ella?

Tienes que comprender el valor de tu vida. Entonces, y sólo entonces, podrás empezar a reflexionar sobre el valor de la vida de otro. Entonces, y sólo entonces, será posible acabar con las guerras. ¿Traerá eso la paz? No, porque no hace falta traer paz. La paz ya se encuentra en el corazón de cada ser humano. Nadie nace ni muere sin tener esa paz en su interior. Cuando eso se vuelve evidente, algo cambia. El valor de cada día, de cada momento, tiene que hacerse evidente para ti.

Sabiendo que todo va a acabar, ¿qué es lo más importante para ti? ¿Qué alternativa tienes? Si tuvieras sed y tu botella de agua goteara, ¿qué harías? Para cuando pudieras arreglar el agujero, ya habría salido toda el agua.

¿Mi consejo? Bebe tanto como puedas. ¿Qué otra cosa puedes hacer? Sabiendo que todo va a desaparecer, disfruta también de cada día que puedas, no desperdicies ni uno.

Esta es la historia de una existencia. En esta historia, además de belleza, debería haber esperanza. Y la esperanza está ligada a la claridad. Intenta tener claro tu objetivo, la claridad traerá esperanza, la esperanza traerá luz y hará evidente la manera de alcanzarlo. Entonces, llegará la fuerza necesaria.

Maharaji

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