02 febrero 2007

El Arquero

Hace poco conté un cuento que había oído, originario de China. Había un arquero increíble que llegó a una ciudad y empezó a presumir disparando una flecha tras otra, y todas daban justo en el centro de la diana. Un hombre que estaba detrás de toda la gente, en lugar de aplaudirle, no paraba de decir: "Es sólo cuestión de práctica, sólo se trata de practicar".

Este comentario no le gustó al arquero, que se tenía en gran estima y estaba esperando halagos. Así que se acercó al hombre y le dijo: "¿Qué quieres decir con eso de que ‘es sólo cuestión de práctica’? ¿Puedes tú hacer eso?".

El hombre contestó: "No, pero deja que te muestre algo". Solía vender aceite, así que agarró una botella que tenía un cuello muy estrecho y una base muy ancha, tomó una tinaja llena de aceite y lo vertió en la botella a través de la pequeña abertura, sin derramar ni una gota. Entonces miró al arquero y le preguntó: "¿Puedes tú hacer eso?".

El arquero se dio cuenta de que no tenía ninguna práctica en aquello. Así que el hombre le dijo: "Yo no puedo disparar flechas como tú, pero tú no puedes verter aceite como yo. Todo es cuestión de práctica".

La moraleja del cuento es: ¿Qué es lo que practicas? Sea lo que sea, te harás un experto en eso. Si lo que practicas es quejarte, te volverás muy bueno en la materia. Podrás quejarte de todo. Cuando tus amigos estén contemplando la luna llena de otoño, admirados por la belleza de la noche, podrás decir: "Sí, ¡pero está muy oscuro!".

Así pues, ¿qué es lo que practicas en tu vida? Si practicas la paz, te volverás un experto en sentirla. Si practicas la alegría o la felicidad, lo mismo. Si lo que practicas es conocerte a ti mismo, también te harás muy bueno en eso. Sabrás quién eres. Cuando empiezas a conocerte a ti mismo, te das cuenta del regalo que eres y del valor de cada aliento que se te da.

Lo que yo ofrezco no son sólo palabras, sino una forma de conectarte con la belleza que está dentro de ti. Debes ser independiente y juzgar por ti mismo si estás sintiendo esa paz, esa alegría en tu vida o no.

No se trata de: "Mi agenda dice que ya he comido, por tanto mi hambre es falsa". Yo no creo en eso. Creo en una realidad muy sencilla: no era, soy, y no seré. Ese "no seré" no me pone triste. Me vuelve muy, muy activo en querer descubrir qué es lo que está ocurriendo en mi vida en este momento. No tengo por qué tomarme la vida en bloques de años, meses, semanas y décadas. De hecho, puedo vivirla momento a momento. Eso es un regalo.

Comprendo que se puede sentir la plenitud momento a momento. No tengo ningún control sobre el tiempo. No puedo quedarme ahí sentado y continuar retrasando las manecillas de mi reloj. Lo que puedo hacer es aceptar mi vida tal y como se me ofrece, tal y como se manifiesta para mí.

La fuente de tu alegría debería ser algo que ya sientes en tu vida, porque es así como has sido creado. Tienes debilidad por la alegría. Esta vida es muy hermosa y hay que disfrutarla plenamente.

Maharaji

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