17 febrero 2008

Se trata de tu vida

Prem Rawat pregunta: “¿Hay algo más para nosotros que la suma de todo lo que vemos? ¿Hay algo más para nosotros que la suma de todo lo que planeamos?”

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Lo que significa ser humano



La alegría es una herramienta que puede conquistar cualquier montaña. Deja que tu corazón baile y disfrútalo. Te garantizo que empezarás a notar la diferencia. Y cuanto más disfrutes tu vida, más sencilla se volverá.

Hace poco volé a través de unas tormentas, y era algo mágico. Por un lado había unas nubes bellísimas, casi como un claro. Había nubes por el lado del mar y también por el de tierra, y el sol brillaba a través de ellas. Unas veces sólo iluminaba su parte superior, y otras las nubes enteras. No había rayos, sólo chaparrones y unos arcos iris preciosos. Parecía sacado de un libro.

Yo estaba allí sentado, contemplando todo aquello. Sé perfectamente lo que es un arco iris. Incluso puedo decir dónde se va a formar, si es que va a haber uno. Lo único que se requiere son gotitas de agua en suspensión y el sol. Es la refracción de las gotitas de agua lo que forma el arco iris.

Y luego están las nubes. También sé perfectamente lo que es una nube, es humedad. Cuando sube el calor, se produce un efecto de refrigeración, y éste hace que se formen las nubes. La lluvia es toda la humedad que ha sido empujada hacia arriba, a la atmósfera, donde se enfría y cae.

Así que allí estaba yo pensando: “Sí, ya sé todo eso. Pero, ¿por qué es tan bonito?”.

Me gusta. Toda la lógica de este mundo es una cosa, y aceptar lo que el corazón tiene para ofrecer, y disfrutarlo, es otra. Tu corazón forma parte de ti tanto como tu mente. Dedícale también el tiempo que necesita, y tu vida empezará a cambiar; porque hay algo que todo el mundo puede utilizar, y es la apreciación, pero en eso somos muy deficientes.

Los médicos no te dirán eso. No se ve en un análisis de sangre. Pero todos tenemos deficiencia de apreciación. No conocemos el valor de las cosas que se nos han dado.
No comprendemos la belleza de este aliento. Una vez que comprendes su belleza, ¿cómo no vas a apreciarlo?

Desde ese momento, tus lágrimas ya no son siempre de tristeza. A veces son de alegría. Y empiezas a comprender la diferencia entre las dos. Ya no es una emoción que viene de la oscuridad, sino los primeros rayos de luz que emanan del corazón.
¡Qué alivio! Es la sensación de alivio que tienen los viajeros cuando ven su meta ante ellos.

La sensación de alivio de llegar a casa, de haber encontrado lo que estabas buscando. Ni siquiera sabías lo que buscabas, pero, en un momento, al instante, te das cuenta de que lo has encontrado: esto es. Esto es lo que estaba buscando. Y la sensación de alivio es enorme.

Un niño se pierde en una feria. Todos los globos y los juguetes y los aparatos le atraen continuamente. Y eso está bien, pero en un momento de distracción, el niño se suelta de la mano de su madre o de su padre. Ahora todo el entusiasmo de la feria no puede compensar esa pérdida.

Pero imagínate la sensación de alivio cuando ese niño ve que su padre o su madre viene hacia él. De repente ya no hay motivo para llorar. La tristeza se ha convertido en alegría.

Así que somos quienes somos. En este mundo hay una serie de normas sobre cómo debemos ser, pero no somos eso. Somos humanos. ¿Y qué significa ser humano? Creo que ya nadie lo sabe realmente. Quizá lo sabían hace mucho tiempo, pero ahora todo se reduce a ser correcto: cómo debes comer, cómo debes saludar a alguien, cómo deben verte, cómo te debes presentar, lo que debes decir…

Pasan muchas cosas, pero, al fin y al cabo, todos somos humanos. Y la capacidad de disfrutar esta vida es innata. Así que empieza a disfrutar. Esa alegría puede conquistar montañas.

Prem Rawat

14 febrero 2008

El Amor



El amor...
Nos enamoramos y pensamos,
“Oh, es bastante bueno, es bastante bueno,
es bastante bueno,
”No, no, no, no, no.
Déjame contarte lo que realmente es el amor.
No tener una foto, ni comunicarse con una postal.
Es cuando no hacen falta los regalos.
Y el amante supremo ha construido su casa
en el templo de tu corazón,
para no estar ni por un segundo separado de ti.
Dondequiera que vayas, ese amor va contigo.
Eso es amor.
Está allí en las buenas y en las malas.
Nunca una palabra desagradable
Nunca un dejo de desaprobación.
Sin juzgar. Ni por un abrir y cerrar de ojos.
Nunca.
Bueno, malo, vestido, desvestido, hermoso,
feo; todo dejado atrás.
Éste es el verdadero amor.
...Maharaji


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Etiquetas: Eventos

09 febrero 2008

Los cimientos de la realidad



¿Qué es lo que significa vivir, existir? ¿Sentir cada día la solidez, la firmeza de este aliento? Para mucha gente, respirar es sólo aire que entra y sale. Pero es algo más. Hay una firmeza. Y dentro de su sencillez se ha colocado una solidez tremenda.

¿De qué están hechos tus cimientos? ¿Se apoya tu casa en eso que es sólido y real? ¿O se basa en una suposición tras otra? ¿Cuál es tu red de seguridad? Te aventuras, piensas, imaginas, sales, haces cosas. Ponderas las realidades, y tus realidades cambian cada día: "Ahora mismo esto es real; ahora esto es lo que ocurre, esto es lo importante".

Alguien me dijo: "Acabo de ser abuelo". Yo le contesté: "Felicidades". Y empecé a pensar: "¿Acabas?" Hubo un día en el que acababas de nacer. Ése es el día principal. Después de eso han ocurrido cosas, y seguirán ocurriendo. Serán como sean. Algunas dirás que son buenas porque encajarán perfectamente en el pequeño caparazón que has creado.

¿Cuántos días vivimos prestando atención a la suave llamada que nos pide satisfacción? La gente habla sobre la paz; yo también hablo de ella. Digo que la paz es posible. A algunos les gusta eso, pero otros dicen: "No. Las cosas no son así en el mundo". ¿Por qué? Porque hemos pintado un cuadro de lo que es la paz.

Hay una realidad, y esa realidad es brillante y hermosa. Más bella que cualquiera de esos cuadros que puedas pintar jamás. Se manifiesta cada día, es nueva y real, dinámica y hermosa. No tiene limitaciones. ¿Hay tristeza en ella? No. ¿Hay alegría? Sí. ¿Hay oscuridad? No. ¿Hay luz? Sí. ¿Hay en ella descontento? No. ¿Hay satisfacción? Sí. ¿Hay complicación? No. ¿Hay sencillez? Sí. ¿Hay odio en ella? No. ¿Hay amor? Sí. Ésos son los fundamentos de la realidad de tu existencia, del regalo que se te da cada día.

¿Qué es lo que cuesta tener todo eso? Nada. Lo que tienes que hacer es abrir el corazón y dejar que entre. Eso es lo único que hace falta para que entre el sol. Cuando el sol brilla, abre la ventana y deja que entre la luz. Deja que entre esa brisa, porque está soplando, porque está sucediendo.

La paz está bailando dentro de ti, esperando a que la sientas. La gente crea expectativas. Para este mundo, la definición de la paz es: "Todos están siempre sonriendo, nadie se pelea con nadie y sólo se dicen cosas educadas unos a otros". Si fuera así de verdad, éste sería un lugar muy raro.

¿Y qué tal si el cielo estuviese aquí? Es donde tiene más sentido. Es aquí donde siento ese sencillo deseo en mi corazón por sentirme pleno. Aquí es donde tengo la oportunidad de construir esa casa en la que me puedo sentir satisfecho. No se trata de una casa imaginaria, sino de una casa construida sobre cimientos muy, muy reales.

La red de seguridad está hecha con el aliento. Cuando pierdas la capacidad de hablar, eso será lo único que seguirá vibrando a través de ti, y lo último de lo que serás consciente a medida que se apaga. El desafío es estar en paz en medio de toda la agitación. Mientras estás vivo puedes sentir la alegría que hay dentro de ti.

Maharaji

03 febrero 2008

El milagro es la existencia

Prem Rawat habla del milagro de la vida: “El milagro más maravilloso es que este aliento llega desde ningún sitio y te trae el regalo de la vida. Ésa es tu historia. Un aliento cada vez, de uno en uno.
Ése es tu ritmo. ¿Comprendes qué milagro es eso?”


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¡Enhorabuena!

¡Enhorabuena, estás vivo! Aquí estás. Hubo un tiempo en que no estabas, y llegará un día en que no estarás. Todas tus historias y preocupaciones, todas tus ideas, todo lo que te gusta y lo que no te gusta, todas las cosas que ocurren y que tú consideras tu vida, no son más que un sueño. Sólo eso. Los sueños no deben tomarse a la ligera, pero son sueños.

En medio de todos esos sueños, hay un lugar dentro de ti donde realmente puedes estar despierto. En ese despertar no hay ningún juicio. No hay cuestiones de bueno y malo, correcto e incorrecto. No se te juzga. No hay medidas ni carreras. Ahí no hay nadie diciendo que ganaste o perdiste. Sólo la preciosa realidad de que estás vivo.

Tienes la capacidad de comprender, de conocer, de admirar. Ésas son tus cualidades. Tienes la capacidad de sentir ira y la de estar en calma. Tienes la capacidad de estar totalmente desconcertado y la de sentirte en paz. ¿Cuál es la que más utilizas? La frustración, la ira, la decepción.

De vez en cuando te encuentras con que eres feliz. Cuando eso ocurre, es algo tan memorable que piensas en ello durante años. Y cuando vas envejeciendo y empiezas a perder la memoria a corto plazo, dices: “Recuerdo cuando estuve allí. ¡Fue maravilloso!”.

Tienes algunas cualidades más: puedes apreciar esta existencia; realmente puedes ser feliz a perpetuidad, no hace falta ninguna cámara ni ninguna circunstancia especial. Puedes vivir cada día en la alegría que brota de tu corazón.

La mayoría de las personas tratan de entender su mente. La gente ha estado intentando hacerlo durante muchísimo tiempo, y nunca lo lograrán. Escriben libros y dicen cosas preciosas, pero es como tener un jardín que parece espectacular aunque las flores están hechas de papel, los árboles son de plástico y la hierba es falsa para no tener que cortarla nunca.

El inconveniente es que en él las flores no florecen y la primavera nunca llega. Nunca vuelan las abejas, ninguna flor tiene un hermoso aroma y los árboles no se mecen con el viento. Aunque todo tenga un aspecto muy bonito, es algo estático, como muerto.

Por eso es tan importante tener una experiencia viva. Vivir, respirar, existir, sentir, pensar, comprender, saber. Eso es lo que es real.

¿Cómo es tu jardín? ¿Has olido las flores? ¿Has visto alguna vez una abeja? ¿Hay pájaros en los árboles? ¿Hay una estación en la que todo está precioso y tú te sientes satisfecho?

La gente se acostumbra a estar frustrada, a estar furiosa, disgustada. Dicen: “Así es la vida. Hay ratos buenos y ratos malos. Está bien”. ¿Qué es lo que está bien? ¿Que yo esté perdido? ¿Que ignore mi propia naturaleza? ¿Que esté alejado de mí mismo? ¿Qué yo no me reconozca?

Por eso cada uno de nosotros necesita tan desesperadamente comprender que no puede haber concesiones, que cada día debe hacerse un esfuerzo para ver, para sentir lo que se nos ha dado, desde el corazón, desde nuestro ser más básico.

Debes saber que llegará un momento en el que todo en lo que confías se desvanecerá poco a poco. ¿Qué quedará? Tú. Aún podrás sentir, pero el deterioro ya ha comenzado. Sucede tan gradualmente que no lo notas, pero ya está en marcha. Cada día, cada segundo, sigue avanzando, pero sobre él flota una hermosa realidad que es intemporal. Estás vivo. Y hasta el día en que dejes de estar vivo puedes ir a tu interior y sentir felicidad; puedes sentir alegría.

Hay esperanza. Tu corazón está llamando a la puerta. Ábrele. Siente, ve, comprende, date cuenta, conoce. Vive en esa alegría, vive cada instante en ese sentimiento. Comprende lo bella que es la posibilidad de sentir claridad, de sentir gratitud, de estar agradecido por estar vivo. Estoy aquí para recordártelo: no esperes. Despierta. Ve, siente, admira, sé parte de tu existencia.

Prem Rawat

Las promesas que te hiciste

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El sonido más hermoso

Siempre es un gran honor hablar a quienes quieren aprender algo más sobre esta vida. Voy a contar una historia muy sencilla.

Hace tiempo había un instrumento musical muy delicado y producía el sonido más hermoso. Pero la gente empezó a buscar instrumentos “nuevos y diferentes”, invitaban a otros músicos a que vinieran a tocar y éstos llegaban con sus tambores, flautas y guitarras.

Pronto no hubo nadie que supiera tocar aquel instrumento tan especial, y la gente empezó a preguntarse si servía para algo. Era precioso y les intrigaba, pero poco a poco se fue cubriendo de polvo, pues ya no le prestaban atención, y además se había desafinado.

Un día, llegó alguien y les dijo: “¿Por qué habéis dejado de lado este instrumento tan hermoso?” La gente le miró preguntándose: “¿Qué instrumento? Los tambores están todos bien tensados, las flautas en el tono justo, los violines perfectos y el piano afinado”. Pero aquel hombre siguió diciendo: “¿No os acordáis de ese instrumento? Por él os interesasteis en la música, construisteis este edificio y os reuníais para escucharlo. Ahora que vuestra curiosidad os ha llevado hacia lo nuevo y diferente, lo tenéis abandonado”.

“¿Qué tiene de especial ese instrumento?”, le preguntaron, y aquel hombre respondió: “Os lo mostraré”. Lo limpió y el instrumento empezó a brillar. Porque ocurre que nos olvidamos y sólo vemos la suciedad de la superficie, pero la persona que sabe es capaz de ver más allá de lo sucio; puede quitarle el polvo y renovar su belleza, su brillo, su atractivo, su gloria. Y entonces hizo lo más importante: lo afinó. Para que el instrumento suene bien, tiene que estar afinado.

Después de afinarlo, se lo devolvió a la gente diciendo: “Ahora, tocad”. Le contestaron que no sabían, y él les animó: “Con sólo pulsar sus cuerdas producirá el sonido más hermoso. Escuchad; lo oiréis”. Cuando comenzaron a tocar, se quedaron fascinados con aquel sonido tan maravilloso. Ahí tenían un instrumento que verdaderamente podía llegar al corazón.

¿Cuál es ese instrumento? Eres tú. En tu carrera tras lo “nuevo y diferente”, te has olvidado de ti mismo. Ya sólo cuenta el atractivo de lo “nuevo y diferente”; no este instrumento, esta vida, este corazón. Todo lo demás tiene prioridad. Pasas el día entero diciendo que tienes que hacer esto y aquello. ¿Figuras tú en algún lugar de esa lista? ¿En el número 10?, ¿en el 20?, ¿en el 100? No; no estás en ningún lugar.

Cuando ese instrumento esté afinado y empieces a tocar, oirás una melodía: la melodía del aliento que entra en ti. Es muy sencillo; lo que estás buscando, lo que necesitas, está dentro de ti, pero, por negligencia, el instrumento se ha desafinado. Cuando se afine, podrás disfrutar de su potencial.

Se trata de tu vida; encuentra esa plenitud. Es lo menos que te debes a ti mismo. Si quieres hacerte rico, empieza por ti. La primera deuda que has de pagar es la que tienes con tu corazón; su petición, su deseo de sentirse plenamente satisfecho. No es pedir demasiado; es algo muy simple. Siente la plenitud.

Maharaji