30 septiembre 2007

La Verdad


La gente ve el encanto del paraíso. Aquí estás en el paraíso. Porque el paraíso verdadero está en ti. En ti reside tu Dios. Y por la misma virtud, o por el mismo hecho de que Dios reside en ti, tu paraíso está en tu interior.
Buscas la verdad. ¿Y cómo buscas la verdad? ¿Racionalizándola? No. La verdad es que estás vivo. La verdad es que existes. La verdad es que puedes sentir paz. La verdad es que puedes sentir esa claridad en tu vida. Ésa es la verdad. Y el día que lo sepas, estarás salvado. El día que lo comprendas, estarás salvado.
¿De que necesitas ser salvado? Necesitas ser salvado de la inconciencia. Necesitas ser salvado de la confusión. Necesitas ser salvado de la duda. Estos son tus enemigos. Ellos son los elementos que te corroen porque te roban de la conciencia de saber sobre tu existencia. Son las cosas que te hacen olvidar que estás vivo. Eso hará la confusión.
Dolor, sufrimiento. Si quitas la confusión y la inconciencia, el dolor y el sufrimiento se van. Desaparecen. Porque el día que empiezas a reconocer tu vida, el día que comienzas a comprender que este aliento es una bendición, “He sido bendecido. Y de nuevo. Y otra vez.”
Esto no es trivial. Esto no es común. Esto es especial. Esta vida es especial.
Comprende la importancia de estar vivo. Comprende la importancia de esa sed en tu interior por estar contento.
Y esa belleza. Reconocer esa belleza una y otra y otra vez.


Maharaji (Prem Rawat)


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Etiquetas: Amaroo, (Australia) Eventos - 28/09/07

Hecho para la Alegría

¿Cuál es tu naturaleza? Tu naturaleza es tal, que cuando te pones en contacto con esa belleza, con ese poder que está dentro de ti, la alegría brota. La paz ocurre.

Ahora, además de freír, ¿para qué otra cosa sirve una sartén? Sí, podrías pegarle a alguien en la cabeza. Pero no fue construida para eso. Podrías usarla para cavar un agujero, es posible. Pero la sartén no fue hecha para eso. Podrías tratar de usarla como un sombrero; ponerla sobre tu cabeza, sostener la manija, caminar por ahí. Podría funcionar, pero no fue fabricada para eso.

Y si tienes la pregunta, “¿Para que sirve la sartén?” Es evidente. Para cocinar. Calentar. Para eso sirve. Para eso se fabricó. Entonces la pregunta se torna a, “Bien, ¿y un ser humano? ¿En qué es bueno un ser humano?” ¿Peleando guerras? No. Es terrible. ¿Por qué? Se mata. Se destruye. ¿Discutiendo? No es muy bueno. ¿Para que sirve un ser humano? Cuando miras, y comprendes, que éste es el recipiente con el cual la paz y la alegría pueden obtenerse. Entonces para mi, eso significa que para eso está hecho. ¿Y qué haces en tu vida para obtener eso?

Ése es el uso apropiado de este cuerpo humano. Todo lo demás, todo lo demás que haces, que no te trae esa alegría y no te brinda la paz; este cuerpo no fue hecho para eso.

Maharaji

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23 septiembre 2007

Una afinidad con el silencio

Este no es un proceso que sucede de la noche a la mañana. Es algo que fluye muy gradualmente. Es acerca de recordar y ser recordado. Es acerca de dar un paso hacia atrás cada día en el viaje hacia lo más esencial en la existencia. Tú puedes ir al cine, comprar la entrada, sentarte y en veinte minutos puedes estar llorando a gritos. Pero este viaje hacia lo esencial, lo básico, hacia la belleza, es un viaje calmado.

No se te permite correr. No hay competencia. No se marcan los kilómetros. No hay marcadores diciendo: "cinco kilómetros más, tres kilómetros más, dos kilómetros más". No hay carteles alentadores diciendo: "Te estás acercando. Estás casi ahí". No es, ni nunca ha sido así.

La simplicidad no es un invento. La dicha no es un invento. El amor que buscas no es un invento. Estos son los fundamentos de cada ser humano. Cuando se trata de ser recordado, es acerca de las cosas fundamentales, y no de todas las demás. Porque esto se trata de estar vivo. Es acerca de ese sentimiento interior que dice: "Muévete, siéntete pleno. Encuéntrate en esa dicha, en ese sentimiento, en esa paz, en esa armonía", y cuando estás ahí, es tan dulce. No hay millones de cosas, hay solo una cosa, que dice "Estoy sintiendo esta existencia, estoy sintiendo esta respiración, esta vida y es dulce."

La respiración viene y yo le doy la bienvenida. Se va, y yo cuento con la próxima. Estoy consciente que vino y que se fue. No me pregunten por qué eso es tan mágico, pero lo es. No es el aire, no es el pensamiento de la respiración, es el sentimiento que me trae.

¿Y qué es lo que se necesitó? ¡Empezar a parar! Si quiero disfrutar, tengo que ir hacia adentro. Ahí está mi verdadero disfrute. Ese es el lugar lejos de la duda. Un poquito de duda está bien, puedes tenerla. Es como los pimientos picantes. Mientras que se coman con comida, está bien, pero si me dan un plato y me dicen "Acá está tu almuerzo", eso no funcionará.

Pero nosotros permitimos que venga tanta duda y dejamos que domine nuestras vidas. Nosotros decimos "Vamos, duda, llévame donde quieras", y ¿dónde crees que la duda te llevará? ¿a un lugar cristalino? Jamás.

No soy un producto del ayer, porque pendiente a mis propios dispositivos, me lo hubiera pasado ayer esperando por el mañana. Las cajas vinieron vacías, y nunca entendí que debía poner algo en ellas, entonces se fueron vacías. Con las manos vacías viniste y con las manos vacías te irás. Una ida agradable. ¿Quieres decir que nada cambió? ¿Nada? La vida comenzó, un día te encontraste con ella. La consciencia vino y se fue. Pensamientos vinieron y se fueron. Algo adentro surgió, quiso saber, quiso que esta vida fuera real, que cada cabello, cada célula, cada fibra sienta que hay algo real aquí. Luego, el gran toque mágico de Midas, todo lo que tocas se convierte en ilusión. Hasta que viene alguien que dice algo y te recuerda.

Esta relación entre la respiración y yo, es la única a la que me puedo aferrar. Todo lo demás es transitorio. Está acá, va a cambiar, se va a ir. Los cambios no son malos, pero la relación con la respiración no cambia. Yo he cambiado, pero esa relación con el corazón permaneció igual. El llamado existe, yo respondo, y hay una dicha, un entendimiento, una sabiduría en eso. Yo entiendo dónde está la isla. Me da la libertad de nadar, porque si no hubiera entendido dónde está esa isla, no me hubiera arriesgado a meterme en el agua. Porque no quiero ahogarme.

No quiero seguir las huellas de otros, quiero encontrar un camino donde nadie ha estado. Si es esto lo que mi corazón me dice en su llamado, entonces ahí es donde tengo que empezar. Tengo que tratar de tener una afinidad con ese silencio que es tan simple, tan precioso. Tengo que tratar de tener un lazo, una conexión con lo eterno, y si a mi cuenta me gasto un poquito, ¿no es eso una cosa buena? Entonces déjame estar en compañía de lo real, estar cerca de mi corazón. Déjame salir de la confusión y duda. Déjame salir del miedo.

Es un lugar peculiar esta cosa llamada "mundo". Realmente, ¿cuánto tomaría para que el fuego del odio comience a quemar en este mundo? No mucho. Sin embargo, esto es donde vives. Y qué increíble contraste entre este escenario asombroso y la respiración dentro tuyo. Toda la turbulencia y la paz más increíble. Qué contraste. Qué increíble tristeza y qué increíble dicha, a centímetros uno del otro. Qué increíble oportunidad para no estar con las manos vacías. Si no quieres irte con las manos vacías, mejor que no estés con las manos vacías ahora.
Prem Rawat (Maharaji)

14 septiembre 2007

Descubriéndome

No importa la fecha de hoy, ni dónde nacimos, ni el color de nuestra piel, ni nuestro sexo, ni si somos cultos o analfabetos, ni nuestro status social, ni cómo vinimos al mundo, si en un hospital, o en un pajar, o en medio de una guerra, o en un campo recogiendo la siembra.

Todos nacemos bajo el sol. En este hermoso planeta Tierra. A todos se nos ha dado una oportunidad de descubrir quiénes somos. Hemos sido diseñados como los seres más elevados de la creación. Con la capacidad de ser consciente de nosotros mismos y de lo que nos rodea. Con unos sentidos para relacionarnos con el medio ambiente. Y seguro que muchas criaturas tienen algunos sentidos más desarrollados que nosotros, pero con el regalo que nos ha dotado la naturaleza, es suficiente para cumplir nuestro propósito.

Y lo más importante, estamos respirando. Estamos vivos. Sin este aliento este cuerpo perfectamente equipado sería un vegetal. No tendríamos conciencia de nuestro existir.

¿Quiénes somos? ¿Quién es este ser que observa detrás de los párpados? ¿Quién este ser que se mira cada día al espejo, y se asombra de lo que ve? Como si estuviera encerrado y limitado en un cuerpo ¿Quién este ser que camina, y se asombra de los movimientos? ¿Quién este ser que siente y observa el dolor de este cuerpo, la pena, la tristeza, la felicidad, la alegría, la armonía, y se asombra de todos los estados que experimentamos?

Quiero ser consciente y descubrirme cómo me desenvuelvo en mis quehaceres cotidianos, pero conscientemente. Quiero mirarme a los ojos y descubrirme un poco más.

Todas las acciones que transcurren en el eterno presente nos invitan a descubrirnos un poco más. Cuando escribimos en el ordenador. ¿Somos conscientes de cómo los dedos están tecleando las letras? ¿Somos conscientes de cómo fluyen las palabras? Somos conscientes de que nuestra vida transcurre en el presente. Y sin embargo se nos escapa el tiempo. No lo saboreamos. Cuando leemos, cuántas veces hemos de iniciar la lectura por la falta de concentración.

Es un ejercicio de ir descubriéndome cada día un poco más e ir conociendo a este ser que está conmigo todo el tiempo y por lo que se ve, está empeñado en que le conozca, más y más, y me relacione con él. Y me doy cuenta de que el eterno compañero, el aliento, me invita a que esté con él. Es la única forma de estar presente en el eterno presente. Aquí y ahora. Algo tan simple y tan rutinario como es la respiración, pasa inadvertida para nosotros todo el tiempo. Damos por hecho que respiraremos todo el tiempo, seamos conscientes o no. Deberíamos incorporar en nuestra agenda diaria, el precioso hábito de ser más consciente del aliento.

Me gustaría ir descubriéndome cada día un poco más.
F.G.M.

11 septiembre 2007

Lo que reflejamos

¿Cuál es la naturaleza de la luz? Todos sabemos que cuando llega la luz, la oscuridad no puede quedarse; se marcha. La luz es lo único que puede hacer que la oscuridad se disipe. Pero ésta no es su única cualidad, hay otra más: ilumina todo cuanto toca, y este proceso sucede por reflexión. Cada objeto, cada persona, las paredes, el techo, la alfombra, poseen la cualidad de reflejar la luz. Cuando eso ocurre, la luz incide en tu ojo y tú puedes ver ese objeto.

¿Qué significa esto para nosotros como seres humanos? Significa que cuando una luz incide sobre nosotros, lo que absorbemos, y especialmente lo que reflejamos, nos confiere un color. Y ése es el color con el que nos ven.

Si lo absorbes todo y reflejas odio cuando está oscuro, no hay problema; pero si te ilumina una luz, el odio se hará visible. Si reflejas paz, también se hará visible. Solo con una mirada, el resto de la familia sabe cuándo el padre está molesto: "Vaya, nuestro padre está enojado. Desaparezcamos".

Así que la cuestión es: ¿Qué reflejas? ¿Qué quieres reflejar? ¿Reflejas el color de "yo me lo sé todo"? Y no estoy emitiendo un juicio. Yo no estoy aquí para decir si ese color es bonito o feo. No soy decorador de interiores.

Una vez alguien me preguntó: "¿Cómo describirías lo que haces?". Le contesté: "Yo soy el que lleva el espejo, lo pone delante de la gente, y dice: 'Contémplate a ti mismo. Si te gusta lo que ves, estupendo; pero si no te gusta, a lo mejor puedes enmendarlo'. Eso es lo único que puedo hacer, llevar el espejo".

Algunas personas no quieren mirarse en ese espejo. Muchos se sienten amenazados por el tema de la paz, porque no quieren que nadie redefina su mundo explicándoles en qué consiste la paz o qué es la alegría. Sin embargo, yo estoy aquí para señalar algunos hechos muy simples: esta es tu vida, existes, has venido aquí temporalmente, y esta Tierra es temporal. Un día, aunque no mañana, dejará de estar aquí.

Hace poco, estaba en una terraza desde la que se dominaba la ciudad. Aún era temprano. Todo cuanto se veía eran las luces encendidas de las casas. El panorama parecía muy tranquilo, pero estaban teniendo lugar historias increíbles. Había personas felices e infelices, algunos se peleaban y otros sólo querían dormir. Entre esas luces se fraguaban nuevas esperanzas, y algunos sueños se rompían en pedazos. Había una historia tras cada una de esas cortinas que parecían tan tranquilas, una historia asombrosa.

Así es que tú tienes esta habilidad de reflejar. Pero ¿qué es lo que quieres reflejar? ¿Te gustaría reflejar paz y satisfacción porque es eso lo que sientes? ¿Te gustaría irradiar los matices sutiles de la gratitud? ¿Te gustaría sentir alegría? ¿Una alegría que es real, que viene de dentro de ti, que no busca catalizadores en el exterior? Estas tonalidades no son imaginarias. De hecho, tienen que ser reales porque, de no serlo, no se reflejarán.

Mucha gente dice: "¡Ah!, ya he sentido paz antes". Eso es como decir: "No necesito comer hoy porque ya comí la semana pasada". Algunos piensan que si sientes paz una vez en la vida, es suficiente. No. Tienes que sentirla cada día, ésa es la clase de paz que necesitas.

Hay personas que cuando están cerca de un lago en calma dicen: "¡Oh, qué paz!". Pero la calma no es un atributo de la paz. Tienen su propia definición de la paz y eso es lo que buscan. Pero si buscas la paz de acuerdo a una descripción, nunca la encontrarás. ¿Por qué? Porque ¿cómo puedes buscar algo que ya tienes? La palabra "buscar" implica que lo has perdido, pero nunca lo perdiste. Está dentro de ti.

Tienes una posibilidad increíble: reflejar el color del infinito que está dentro de ti. Olvídate del verde, del azul y del amarillo. Si vas a reflejar un color, refleja el del infinito. Este color tiene matices de paz y tonalidades de satisfacción. No tiene preguntas, sino respuestas; tampoco ideas, sino realidades. Cuando empiezas a llenarte con el color de lo que tienes dentro, brillas.

Mientras estés vivo, esa luz no dejará de brillar. Tú también necesitas brillar. Y puede suceder.

Prem Rawat

La Fundación Prem Rawat proporciona ayuda humanitaria en las catástrofes de Indonesia

Los Ángeles, 20 de agosto de 2007 — La Fundación Prem Rawat (TPRF) ha respondido a los múltiples desastres naturales ocurridos recientemente en dos islas indonesias, realizando dos importantes donaciones a la Fundación Yayasan IDEP, una organización no gubernamental sin ánimo de lucro que proporciona ayuda en situaciones de crisis por mediación de las propias comunidades locales.Uno de los donativos se destinará a una remota zona de montaña en Kinahrejo, en la isla de Java, donde un terremoto causó graves inundaciones en 42 aldeas. Más de 70 personas perecieron y 4.000 más tuvieron que ser alojadas con carácter de urgencia en refugios donde se les proporcionó agua y alimentos. Esta población sufre problemas de salud y falta de higienes causada por la inexistencia de depósitos de agua potable, lo que les obliga a abastecerse de agua procedente de fuentes de difícil acceso o contaminadas. La donación realizada permitirá que el equipo de rescate, mediante camiones cisterna, proporcione agua potable a 80 familias, así como leche a 125 niños, en una primera ayuda de emergencia mientras construyen una nueva infraestructura para el suministro de agua.

El otro donativo irá dirigido a los habitantes de zonas aisladas de la isla Sulawesi, que se vio afectada por intensas lluvias torrenciales inusuales en esa época del año y que, debido a la deforestación del lugar, produjeron devastadores corrimientos de tierras. Como consecuencia de ello, setenta personas fallecieron, cientos de viviendas quedaron destruidas, y miles de habitantes tuvieron que alojarse en improvisados campamentos de refugiados. El problema se ha extendido a zonas colindantes, con unos 45.000 afectados cuya situación se ha visto enormemente agravada debido a la falta de recursos de los equipos de rescate. La donación realizada por La Fundación Prem Rawat permitirá recuperar los pozos que en la actualidad están inservibles, proporcionará a las víctimas de la catástrofe agua potable y alimentos nutritivos de emergencia, y reestablecerá el suministro de agua potable que posee la zona. La donación ya ha hecho posible la distribución de suministros de alimentos y agua de emergencia, restaurando el funcionamiento de 200 pozos de la zona.

La Sra. Petra Schneider, directora ejecutiva de la fundación IDEP declaró: “Nos sentimos sumamente agradecidos. Cuando le comuniqué al equipo que trabajaba en la zona, la decisión de La Fundación Prem Rawat, ¡pude oír sus gritos de júbilo a través de la línea telefónica! Espero que conozcan la enorme repercusión que estas donaciones tendrán en las vidas de las personas a las que están ayudando. Gracias por responder de forma inmediata con estas donaciones, lo que es tan vital en situaciones de emergencia”.

En su página web, www.idepfoundation.org, la fundación Yayasan IDEP señala que su misión es la de “trabajar con una amplia red nacional de colaboradores locales para hacer llegar a la gente la ayuda necesaria a la mayor brevedad posible”. El objetivo de la IDEP es “ayudar a las personas a ayudarse”, facilitándole a la comunidad los medios para desarrollar su capacidad mediante demostraciones prácticas y participación activa en la educación.La Fundación Prem Rawat es una organización sin ánimo de lucro creada por Prem Rawat, internacionalmente reconocido como embajador de paz, y también conocido como Maharaji. Un objetivo prioritario de La Fundación Prem Rawat es proporcionar agua potable y comida nutritiva a los más desfavorecidos en todo el mundo.

Fotos por cortesía de: © Yayasan IDEP / BAHARI