El tema del que hablo es muy sencillo porque trata de ti. La mayoría de nosotros, cuando pensamos en nosotros mismos, en lo que estamos haciendo aquí, lo hacemos de las formas más complicadas. Las ideas abundan. Pero si pudieras empezar a comprender tu naturaleza, quién eres, quizá empezarías a verlo de un modo más simple.
Con todo lo sencilla que es, vale la pena observar cuál es nuestra naturaleza. ¿Por qué será que cuando estás satisfecho, cuando eres feliz, te haces amable?
Con todo lo sencilla que es, vale la pena observar cuál es nuestra naturaleza. ¿Por qué será que cuando estás satisfecho, cuando eres feliz, te haces amable?
Y perdonas; si alguien se te cruza en la carretera, está bien. Pero cuando no estás satisfecho, cuando te sientes frustrado, si alguien se te cruza le tocas la bocina.
Satisfacción, paz, alegría, plenitud; cuando sentimos eso, la verdad es que actuamos y reaccionamos ante las cosas de modo totalmente diferente. La forma en que hablamos, cómo reaccionamos, cómo nos enfrentamos a los problemas es totalmente distinta. Viene tu hijo y dice: “Papá, mamá, ¿me podríais dar un poco de dinero? Quiero comprarme un helado”. “Por supuesto, y ya que vas, tráenos otro.” La perspectiva es diferente: las cosas van bien, el sol brilla incluso en un día nublado. ¿Se ha quemado la comida en la cocina? “No hay problema. ¡Vamos a pedir una pizza y a pasarlo bien!”.
Pero cuando en nuestro interior hay algo que no está satisfecho, cualquier pequeñez resulta intolerable. Si estás de acuerdo con esto aunque sólo sea ligeramente, ¿qué es lo que deberías intentar perfeccionar?, ¿qué es lo que deberías intentar hacer en tu vida? La palabra clave es intentar, hacer un poco de esfuerzo para sentir esa paz, esa satisfacción.
La idea de la paz no empezó ayer. Este objetivo fue fijado hace mucho, mucho tiempo. Las civilizaciones se sienten muy orgullosas de sus logros, pero ese objetivo que fue establecido para toda la humanidad hace muchísimo tiempo no ha sido alcanzado. Se ha logrado ir a la Luna, pero la paz ha sido ignorada.
El que tuvo la idea de la “paz mundial” no nos hizo ningún favor, porque nos quitó la responsabilidad de la paz a nosotros y se la pasó al mundo, a ese mito llamado “el mundo”. La paz es una responsabilidad que incumbe a cada ser humano. Y es esa paz individual lo que debemos buscar, reconocer y alcanzar en esta vida. Eso es lo que tiene que suceder.
¿Dónde está esa satisfacción? Dentro de ti. Lo que estás buscando está dentro de ti. La gente gasta miles de dólares intentando modificar su comportamiento, y sin embargo es algo muy fácil. Si te sientes satisfecho, tu comportamiento cambiará automáticamente. ¿Y la perspectiva? Positiva.
Tú no fuiste creado con un molde de galletas, sino que alguien, algo, creó a todas las personas, y no hay dos iguales. Ni siquiera los gemelos. Es algo muy personal, moldear a cada ser vivo con tanto cuidado. Que cada día dispongas de ese aliento… es un detalle grandioso. Que cada día tu corazón pueda cantar una canción que nunca es igual, y siempre es la misma.
¿Cómo empiezas a dar las gracias? ¿Cómo empezar a sentir esa magia en tu vida? ¿Cómo empiezas a celebrar ese tipo de belleza? La respuesta: “Mira en tu interior. Escucha. Escucha tu anhelo sin miedo. Escucha lo dulce que es, lo delicado, lo fuerte y constante que es”.
Sólo hay una vida. Muchos días, pero una vida. Desde lo más profundo de tu corazón, disfruta de cada día. Es lo más valioso que hay. Cada aliento que entra en ti, no puedes comprarlo, no lo puedes intercambiar, no puedes darlo. Es tuyo.
Maharaji
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