04 julio 2007

La pregunta correcta

Algo en nuestro interior nos dice que existe la posibilidad de sentir alegría, de alcanzar la felicidad, que vivir satisfechos es posible. Y tratamos de inventar un medio para conseguirlo sin reparar en que ya se nos ha dado un instrumento increíble, la vida. Considéralo en estos términos: la vida como una herramienta para realizar algo. Con esta vida que se te ha dado puedes hacer que esa posibilidad se convierta en una realidad.

¿Quieres aceptar que eso es posible? La pregunta no es si te gustaría ser feliz, a todo el mundo le gustaría; la pregunta es: ¿quieres aceptar que esta vida es una herramienta con la que puedes alcanzar la mayor de todas las alegrías, la mayor de las felicidades?

Todo lo que hacemos es para ser felices. Sin embargo, no nos damos cuenta de que lo que hacemos para ser felices no nos trae felicidad. Puede que todas esas cosas que hacemos sean necesarias por muchas razones, pero no nos conducen al objetivo llamado verdadera alegría.

Todos los días, se te da una oportunidad para alcanzarlo. ¿Tienes la capacidad de ver cada día como un día nuevo? ¿De reconocer el valor de un momento? ¿De ser feliz? Sí, la tienes. ¿La tienes? ¿Lo eres?

Nos damos por satisfechos cuando nos sentimos frustrados y expresamos nuestra frustración a otras personas. Cuando algo va mal, hablamos de ello. Nadie quiere hablar de todas las cosas buenas que ocurren. Hablar de lo que significa estar vivo no resulta interesante.

Tienes la capacidad de distinguir lo bueno. Utilízala. Si la vida fuera un lienzo, ¿lo pintarías? Si fuera un tambor, ¿lo tocarías?; o dirías: "No sé pintar. No sé tocar". "No sé" es una excusa. Si realmente no sabes, puedes aprender. Lo que tienes que hacer es buscar y comprender. Ésa es la herramienta que te han dado. Se llama vida.

Hemos olvidado lo que significa aprender. Medimos nuestra existencia de acuerdo a los triunfos o fracasos que obtenemos. Vivimos en un mundo en el que todo se arregla al instante. Hay arreglo para todo. La gente piensa: "Quiero ser feliz. No hay problema". A fin de cuentas, éste es el mensaje que han recibido: no necesitas aprender o comprender nada, hay un atajo para todo.

Y en este mundo de arreglos instantáneos, yo digo a quienes vienen a escucharme que tienen que aprender, que tienen que aprender lo que significa esta vida. Esto debe de parecerles un mensaje muy extraño porque probablemente creían que iban a escuchar un anuncio publicitario más: "¿Eres infeliz? No hay problema. Toma esta pastilla". En cambio, lo que yo digo es: "Aprende. Abre los ojos. Mira. Mira a tu alrededor. Todo lo que ves y experimentas, un día no podrás mirarlo ni sentirlo más. Comprende, porque llegará un momento en el que ya no podrás comprender, ni conocer la alegría de comprender".

De alguna manera, queremos obtener una licencia para poder ver el futuro. No la obtendrás. Además, ¿qué futuro quieres?, ¿el que tú moldeas o uno que se parezca a una cometa que se ha soltado del hilo: azaroso e inestable? ¿Qué futuro te gustaría?

Como has podido comprobar, el futuro es incierto. Pero lo que es muy cierto es que puedes sentirte satisfecho en medio de la incertidumbre, porque eso es algo que no depende de este mundo. La fuente está dentro de ti. Eso es lo que deberías aprender: el conocimiento del ser, de ese ser que eres. Y para ello, tienes que entender que la vida es una herramienta.

Si pudieras comprender la posibilidad que hay en este momento, no tendrías que mirar al pasado o lamentarte de él. Decimos: "La vida es así", porque nos lo dijo alguien a quien concedimos credibilidad y nunca lo cuestionamos. Pero, ¿alguna vez nos preguntamos cómo utilizar esta herramienta de la vida para alcanzar lo que queremos alcanzar?

Algunas personas considerarán que ésa es una pregunta errónea. Sin embargo, tu corazón te dirá que es una pregunta brillante. Házsela a alguien que sepa contestarla. El corazón reconocerá la verdadera respuesta cuando la reciba. Todo cuanto acontece no carece de sentido, al contrario, sirve para propiciar que puedas sentirte satisfecho cada día.

Cuando nuestras conversaciones discurren acerca de todo lo que va mal, recibir buenas noticias puede resultar difícil. Pero está bien, estar vivo está bien, existir está bien, ser feliz está muy bien, estar contento también, y tener claridad, aprender y comprender está muy bien. Se trata de todo lo que está bien, eso han sido siempre buenas noticias, y siempre lo serán.

Maharaji

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