24 julio 2007

Sabiduría

Lo que tengo que decir se refiere a ti como individuo, como un ser humano sobre la faz de la Tierra. No trata de ideas, ni de filosofías, ni de religiones. De lo que trata es de algo sencillo: esta vida, esta existencia.

Hemos llegado a creer en nuestras diferencias. Pero yo quiero hablarte de las semejanzas que hay en cada ser humano que quiere sentirse pleno. Además de todo lo que hacemos, de todas nuestras responsabilidades, tenemos una responsabilidad más, y es reconocer el regalo de la vida, descubrir la alegría y la belleza de la vida, porque eso es lo único que nos puede satisfacer de verdad.

Todos tenemos la misma necesidad de sentirnos satisfechos. Necesitamos tener una paz que podamos realmente sentir cada día. Cada momento es el más valioso de nuestra vida, porque es el que tenemos. Darse cuenta del valor de algo cuando ya no está no es sabiduría. Lo sabio es reconocer el valor de lo que tenemos.

Hay un hermoso refrán chino que dice: “Es inteligente conocer a los amigos, pero conocerse a uno mismo es auténtica sabiduría.”

En lo exterior siempre estás cambiando, pero en tu interior no hay ningún cambio. He visto a personas que han envejecido, su cara y su cuerpo han cambiado. Pero por dentro siguen igual. Su corazón es el mismo.

¿Por qué no encontrar lo que está en tu interior? ¿Por qué no ponerte en contacto con la perfección que hay dentro de ti? ¿Por qué no entender lo que tu corazón está intentando decirte? ¿Por qué ignoramos a nuestro ser interior y sólo intentamos hacer lo que quiere nuestro ser exterior? El ser interior forma parte de nosotros, y si no hemos oído esa sencilla petición, no hemos escuchado toda la historia de esta vida.

En este viaje de la vida, asegúrate de que el corazón está satisfecho. Siente paz. Cuando puedas sentirla, la paz vendrá a tu mundo. La gente dice: “Es necesario que haya paz en este mundo”. Y yo digo: “No, es necesario que haya paz en tu mundo, porque si no hay paz ahí, tampoco la habrá en este mundo”.

La guerra no crece en los árboles; crece en el odio que hay en la mente de las personas. La paz tampoco crece en los árboles; crece en los corazones de la gente.

Ahí es donde encontrarás la paz, está dentro de ti. Búscala. Haz lo que sea necesario para encontrar paz en tu vida y sentirte satisfecho. Has sabido eso desde que eras pequeño, pero lo olvidaste porque todo lo demás ganó importancia. Yo recuerdo a la gente qué es lo importante: equilibrar esta existencia. Siente la alegría dentro de ti y colma tu vida.

Cuando digo a la gente que la paz es posible, contestan: “No”. Todo lo que sé es que si la guerra es posible, la paz también lo es, porque corresponde a la otra cara de la moneda. No puedes tener una moneda con una sola cara.

Si puede haber guerra, puede haber paz. Y no empieza con los países o las naciones, ni con los gobiernos. Empieza contigo, conmigo, con cada uno de nosotros. Eso es lo que puedo dar.

Maharaji

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